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Algunos establecimientos comerciales en el país han dotado a sus clientes de espacios libres de humo de cigarrillo.Archivo
Los niños y adolescentes que viven en ciudades donde hay leyes que prohíben el fumado en sitios públicos tienen un 43% menos de sustancias dañinas en su cuerpo relacionadas con el fumado pasivo, que quienes residen en ciudades sin leyes antitabaco.
Sin embargo, los niños que habitan en ciudades libres de humo y cuyos padres fuman en su casa no tienen estos beneficios.
Así lo señala un estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, publicado en la revista Pediatrics .
La investigación indica que prohibir el fumado en sitios públicos sí reduce los efectos dañinos del fumado pasivo en niños y adolescentes, los más vulnerables al humo de segunda mano.
“No existe un nivel bajo o seguro de fumado pasivo. La exposición al humo de segunda mano provoca irritación en los pulmones, tos recurrente y empeora el asma en los asmáticos”, dijo Melanie Dove, una de las investigadoras.
Metodología. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores estudiaron a 11.486 personas de entre 3 y 19 años que no fumaban.
Los especialistas utilizaron un método llamado “Nhanes”, que mide los niveles que tiene el cuerpo de cotinina, el compuesto más importante de la nicotina –una de las sustancias principales del cigarrillo–.
El estudio encontró que las personas con padres fumadores tenían niveles altos de cotinina, independientemente de si vivían en ciudades libres de humo o no.
Sin embargo, los niños y adolescentes que vivían en ciudades libres de humo y no tenían padres fumadores, tenían un 43% menos de cotinina que quienes radican en ciudades donde se permite fumar en sitios públicos.