Los niños que se mantienen en buena forma física y hacen ejercicio constantemente tienen más materia gris, lo que redunda en un mejor desempeño escolar.
Estas son las conclusiones de una investigación realizada por el Instituto de Deporte y Salud de la Universidad de Granada en España y publicada recientemente en la revista Neuroimage.
Los científicos comprobaron, por primera vez, que el cerebro sí sufre cambios estructurales cuando el cuerpo adquiere condición física y se mantiene en forma.
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De acuerdo con el documento, la capacidad aeróbica y la habilidad motora están asociadas con un mayor volumen de materia gris en la corteza frontal, en el hipocampo y en las regiones temporales.
Todas estas áreas están relacionadas con los procesos de aprendizaje, la memoria visual, la comprensión de la lectura, el desarrollo del lenguaje y las funciones básicas.
También se liga con inteligencia social y una mejor convivencia con otras personas.
Según literatura médica, la materia gris es parte del sistema nervioso central y se compone de los cuerpos neuronales y sus somas (núcleos) principalmente. Su nombre se debe a su color gris rosáceo.
El estudio
Los resultados obtenidos por los investigadores en España pertenecen al proyecto Active Brains (cerebros activos) que tomó a 110 niños entre los ocho y los 11 años, con sobrepeso u obesidad, para ver el impacto de la actividad física en sus cerebros.
"Nuestro trabajo busca responder algunas preguntas, por ejemplo, ver si el cerebro de los niños con mejor condición física es diferente de quienes tienen una condición física menor, y analizar si esto afecta su desempeño académico", destacó en un comunicado de prensa Francisco Ortega.
Para ello, los científicos pusieron a los menores a cumplir un régimen de ejercicios durante 18 semanas. De lunes a viernes recibían lecciones de 90 minutos vigiladas por profesionales en Educación Física.
Los investigadores efectuaron resonancias magnéticas en diferentes momentos de este período para medir si había cambios.
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Al terminar el programa, quienes mostraban mayor condición física tenían mayor volumen de materia gris en diferentes partes del cerebro, en comparación con quienes no lograron desarrollar tanta condición física.
Los resultados se mantuvieron ocho meses después de terminada la intervención.
El estudio aún se encuentra en proceso, pero también destaca una mejoría en las calificaciones de cerca de un 18% en los participantes.
"La respuesta que obtuvimos es corta y fuerte: sí. La condición física en los niños está asociada de forma directa con diferencias estructurales en el cerebro, y sí, esas diferencias se reflejan en el desempeño académico de los menores", expresó Ortega.
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Irene Esteban-Cornejo, otra de las investigadoras, añadió: "La condición física es una factor que puede modificarse con ejercicio. La actividad física constante mejora la capacidad aeróbica y la habilidad motora. Todo esto estimula el cerebro y puede incrementar el desempeño escolar".
Más evidencia
Aunque este es el primer estudio en demostrar con imágenes las bondades del ejercicio para el cerebro, ya otros lo habían analizado.
En el 2014, una investigación de la Universidad Autónoma de Madrid, realizada con 2.038 estudiantes de edades entre 6 y 18 años, demostró que la actividad física mejora el rendimiento académico.
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El reporte, publicado en la revista Journal of Pediatrics, exploró los efectos del ejercicio en el cuerpo y determinó cómo estaban vinculados con el desempeño en exámenes, tareas y actividades en clase.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niños entre los cinco y los 17 años deben practicar al menos 60 minutos de ejercicio semanales, de moderado a vigoroso. La actividad debe ser aeróbica en su mayoría; sin embargo, pueden hacer ejercicios específicos para los músculos tres veces por semana.
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