A tres meses de iniciado el año y, con él, los propósitos de muchos de empezar a practicar alguna disciplina deportiva, comienza a surgir por estos días un fenómeno de decaimiento.
Para algunos, la energía no es la misma, y más bien, los obstáculos adquieren fuerza.
Sin embargo, el triatlonista olímpico costarricense Leonardo Chacón asegura que este es el momento perfecto para reevaluar objetivos deportivos y tomar un nuevo aire para seguir.
“Conozco bien lo que es el cansancio, que las baterías se bajen y que la mente trate de sabotearme. Pero desde los 11 años, cuando empecé a entrenar y a levantarme a las 3:30 a. m. para hacer doble jornada de ejercicio, he aprendido que practicar alguna disciplina es un canal, un medio para cumplir sueños, y que, como tal, requiere de una fuerte cuota de sacrificio”, dijo el liberiano, quien el pasado 1.° de febrero ganó la Copa Continental Guilarte de triatlón, en Puerto Rico.
Chacón obtuvo su primera medalla a los 11 años, y desde entonces, no se ha detenido. Para él, la tenacidad es un estilo de vida, una constante que le ha permitido ganar más de 1.700 preseas hasta hoy.
En esa ruta de éxitos deportivos, Leonardo echa mano de algunos trucos para lograr ser inquebrantable en el ejercicio.
En una entrevista con La Nación, Chacón nos confió cuatro de esas armas para mejorar el rendimiento.
El primer paso, en opinión del atleta, es establecer un objetivo claro y puntual.
“Una vez que se tomó la decisión de empezar con cualquier disciplina, hay que establecer un objetivo, algo que nos recuerde la razón por la que nos esforzamos, preferiblemente se debe establecer a corto plazo.
Esos objetivos pueden ser desde bajar de peso, hacer una carrera de cinco kilómetros, mejorar condición física, o aprender a nadar. El objetivo es personal y es lo que nos va a recordar cada día el porqué de lo que estamos haciendo”, dijo.
Repase sus motivaciones. El segundo consejo es tener clara la lista de motivaciones, porque el primer día de entrenamiento, la energía nos sobrepasa, la motivación está al tope.
No obstante, conforme avanzamos, eso cambia. El cansancio se empieza a notar, aparecen las excusas y llega la desmotivación. En palabras del propio Chacón, es en ese momento cuando deben resurgir esas motivaciones que nos ayudarán a seguir adelante.
“Nuestra motivación puede ser querer ver diferente mi cuerpo, a mi familia, o simplemente agradecerle a la vida todo lo que me está dando”.
El tercer punto, expone Chacón, es entrenarse para ver los obstáculos como oportunidades. Así, la lluvia, el sol y el cansancio pueden repensarse como oportunidades para ganarles a los rivales (los rivales son personales, cada quien sabe cuáles son los suyos).
“Decidirse a entrenar cuando llueve, hace frío o estamos cansados, hace que le llevemos un entrenamiento extra a nuestro rival y hace que seamos más fuertes, tanto física como mentalmente”, enfatiza.
Finalmente, asegura que siempre es bueno establecer retos más exigentes.
Quedarse en lo mismo es ser conformista. En cualquier disciplina que se practique, es necesario hacer revisión constante de los objetivos.
Esta práctica favorece la motivación y nos lleva a perseverar en eso que deseamos convertir en un estilo de vida.