Escuchar:quality(70)/arc-anglerfish-arc2-prod-gruponacion.s3.amazonaws.com/public/E3AAGN7EYNDABBONKW3XBGQZXU.jpg)
:quality(70)/arc-anglerfish-arc2-prod-gruponacion.s3.amazonaws.com/public/LY5X656ANBBXBAMAFNMK43V62M.jpg)
Sebastián Palacino está en sexto grado de la Escuela Angloamericana. Su salud no tiene problemas, pero su buena disposición ayudará a niños como María Elizabeth Muñoz, quien tiene un tumor en el cerebro y a Hillary Hernández, que no puede caminar.
Palacino y sus compañeros participan actualmente en la elaboración de un jardín sensorial que ayudará a mejorar la calidad de vida los pacientes del Hospital Nacional de Niños. Estudiantes de la Universidad Veritas y funcionarios de la Municipalidad de San José también son actores en esta cruzada.
La meta es que mediante este jardín, los niños puedan reducir su estrés y mejorar su salud emocional al recorrer senderos con árboles y plantas. “Me gusta ayudar a niños que están en el hospital. Mis compañeros y yo nos hemos divertido y es bonito saber que uno ayuda”, expresó Palacino.
Los primeros visitantes que tuvo el jardín la mañana de ayer ya vieron los primeros resultados en su estado de ánimo.
“Mi hija tiene un tumor en el tallo cerebral y no puede caminar ni hablar. Venimos desde Buenos Aires de Puntarenas y el viaje es muy pesado. Apenas vimos las plantas, mi hija se emocionó y comenzó a sonreír. Siempre le han gustado los árboles”, dijo Wálter Muñoz, padre de una paciente.
Este primer sector comprenderá senderos, árboles, un anfiteatro de títeres, plantas e iluminación nocturna. Luego, instalarán esculturas móviles, fuentes con agua y estaciones para atraer mariposas.
“Los pacientes hospitalizados o que vienen a consulta tienen mucho estrés, sufrimiento y depresión. Lo mismo pasa con sus familiares. Un jardín ayuda en su terapia emocional, los relaja y les da alegría”, explicó Abdón Castro, cardiólogo del hospital.
Estudios en la revista
