Evelyn Mora es paciente del Hospital Nacional Psiquiátrico desde hace más de un año. En los últimos tres meses esta mujer trabaja y se capacita en el mariposario El Ángel, un proyecto que tiene ese centro en sus instalaciones para ayudar a los pacientes a combatir la ansiedad y el estrés y a capacitarse en un oficio.
“Hago de todo en el mariposario: alimento las larvas, recojo los huevecillos, arranco las malas hierbas. Aprendo muchas cosas, pero también me relajo. Yo entro al mariposario y se me olvidan todos los problemas”, contó.
Al igual que Mora, otros 100 pacientes se benefician de este tipo de rehabilitación ocupacional, que tiene como fin facilitarles la obtención de trabajo o poner un pequeño negocio al ser dados de alta.
Ellos asisten a talleres de manualidades, construcción, costura, bisutería y técnicas agrícolas.
“Un paciente con cualquier enfermedad mental puede trabajar y llevar una vida completamente normal, si se mantiene bajo control médico y toma los medicamentos que requiere.
“Sin embargo, la sociedad no les da esa oportunidad de reintegrarse al campo laboral. Es como si ser paciente del Psiquiátrico fuera tener la hoja de delincuencia manchada”, explicó Álvaro Hernández, jefe de Servicios y Rehabilitación del Hospital Nacional Psiquiátrico.
Esta institución cumplió ayer 120 años y su nueva visión consiste en reducir los internamientos y dar más herramientas a los pacientes para rehabilitarse en el ámbito social y laboral.
“Queremos formar una cooperativa y tener una tienda en San José donde se vendan estos productos y los pacientes puedan tener algún ingreso. También pensamos ampliar el mariposario y tener todo un espacio ecológico para visitas del público; que la sociedad vea que estas personas no son anormales o peligrosas”, añadió Hernández.
“El apoyo de la familia hace que los pacientes aprendan más rápido y tengan mayor motivación para seguir adelante”, explicó Karla Ramírez, una de las terapistas ocupacionales.
Cada vez es más común que los familiares de los pacientes se involucren en la rehabilitación social y laboral. No obstante, quienes trabajan en este centro médico insisten en que la sociedad debe abrir más espacios para esta población.
“El Hospital Psiquiátrico es el único que tiene una lista de espera de adentro hacia afuera. Tenemos pacientes deseosos de salir a la sociedad, de trabajar como cualquier otra persona o de tener sus negocios, pero no siempre encuentran las puertas abiertas. Nuestra lista de espera es hacia la reinserción social y las oportunidades fuera”, aseguró Víctor Navarrete, director de ese centro médico.
Y agregó: “Ellos no son culpables de sus padecimientos. Es gente con ganas de trabajar y que ya se capacita para poder hacerlo, solo busca una oportunidad”.