Caballitos de palo de diferentes colores, sombreros de vaquero y mucha música, marcaron el inicio del tope para celebrar el cumpleaños número 52 del Hospital Nacional de Niños.
Pacientes que llegaban a una consulta, sus padres, trabajadores de distintas ramas e incluso los niños cuya hospitalización lo permitía, salieron “cabalgando” al ritmo de la música por los jardines del centro médico.
La celebración comenzó a las 10 a. m. y duró unas dos horas. También contó con concursos, juegos para todas las edades, pintacaritas, números musicales y funciones especiales con payasos.
Este tope de caballitos de palo se realizó por tercer año consecutivo y fue organizada por Hospisonrisas, un grupo de payasos voluntarios que asiste frecuentemente al centro médico y acompaña a los menores durante su internamiento y sus citas o exámenes.
La idea es tener una fiesta de cumpleaños diferente, en la que los menores se olviden un poco de su enfermedad y jueguen.