Sus camisetas verdes resaltaban en un mar donde las diversas gamas de rosado imperaban. La familia Córdoba Bolaños, de Santo Domingo de Heredia, escogió este color para comunicar esa lucha que los puso a trabajar juntos: el cáncer linfático de Rosa Bolaños, la madre.
Ella, su esposo y sus tres hijos daban testimonio de lo importante que es estar juntos para así lograr mejores resultados. Y así lo hicieron ver por todo el Paseo Colón, donde participaron en la Caminata Contra el Cáncer, que este año celebra su aniversario número 16.
“Es algo de familia. Algo de todos los días. Fue cuestión de tomar los puestos en los que cada uno es más fuerte. Y, cuando uno no podía, otro estaba ahí para apoyar. A mí, como soy la mujer también me tocó apoyar en otras cosas, yo era quien la entendía mejor en el asunto de perder cabello, cejas, pestañas”, indicó Rosa Córdoba, la hija.
Su testimonio no es el único. Fueron miles los costarricenses que caminaron o corrieron para relatar sus historias y hacer conciencia.
La familia Barrientos, vecina de Curridabat, se unió con camisetas afines para apoyar a dos de sus luchadoras contra el cáncer. Personas de todas las edades, amigos y hasta excompañeros de trabajo caminaron para hacerles compañía.
Rocío Barrientos es una de las luchadoras de la familia. Le diagnosticaron cáncer de mama con metástasis en hígado en marzo pasado, ella considera que la red de apoyo que ha tenido.
“Es un apoyo de todos los días, me llaman, me escriben, me preguntan en qué me pueden ayudar, me acompañan. Con ellos y con la ayuda de Dios es que voy saliendo adelante. Es invaluable todo el apoyo que me dan”, indicó Barrientos.
Otra de las historias que me encontré en la Caminata contra el cáncer. Este es el testimonio de Rocío Barrios, vecina de Curridabat.
Posted by Irene Rodríguez S. - Periodista on Sunday, October 6, 2019
También hubo quienes caminaron por las personas que ya no están. Jeimy Marín, vecina de Tibás, marchó con su familia en recuerdo de su suegra, quien recientemente murió de cáncer. Mientras caminaban también llevaban en mente a otros familiares que murieron o que ahora combaten el cáncer.
La vestimenta de esta familia, ataviada con faldas estilo tutú y capas de super heroínas llenas de brillo y escarcha, fueron un homenaje a esta suegra, a quien siempre le gustaron la escarcha, el brillo y las mariposas.
“Ella hubiera querido estar aquí con nosotras, pero se nos adelantó hace poquito. Realmente nos hizo muy feliz tenerla cerca y queríamos rendirle un homenaje”, expresó Marín.
Esta caminata se hace todos los años para mostrar no solo la importancia de una detección temprana, también para dar testimonio de que siempre hay personas acompañando el camino y lo necesario de este apoyo de la familia y amigos.