Aprender de forma constante no solo es bueno para los humanos, también para los perros.
Estos animales son capaces de aprender incluso en la vejez, y el entrenamiento constante del cerebro y la resolución de problemas mentales crean emociones positivas y ralentizan el ritmo natural del deterioro mental.
Sin embargo, a diferencia de los cachorros o los perros jóvenes, los perros viejos casi nunca son entrenados o desafiados mentalmente.
Para revertir esto, biólogos cognitivos del Instituto de Investigación Messerli de Vetmeduni, en Viena, utilizaron juegos en una pantalla táctil y los asociaron a una recompensa.
Según vieron, los juegos computacionales servirían como sudokus para los perros viejos.
“La sensación positiva al resolver un desafío mental es comparable a la sensación que tienen las personas mayores cuando aprenden algo nuevo, haciendo algo que disfrutan. El entrenamiento cerebral regular no solo nos remueve a nosotros, sino también a los perros de su apatía en la vejez, aumentando su motivación y compromiso”, dijo Ludwig Huber, uno de los autores.