Demencia se triplicaría en los próximos 30 años

En la actualidad, 50 millones de personas viven el trastorno; para 2050 serían 152 millones

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El número de personas con algún tipo de demencia se triplicaría en los próximos 30 años, al pasar de los 50 millones que actualmente tienen este trastorno a 152 millones para 2050.

Así lo señala un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) divulgado la mañana de este jueves.

La demencia es, según la OMS, una "sombrilla" de enfermedades progresivas. Se trata de un síndrome, usualmente crónico, causado por una variedad de males en el cerebro que afectan la memoria, la comprensión, el pensamiento y la habilidad para realizar actividades cotidianas.

La forma más común de demencia es el alzhéimer (representa el 70% de los casos), pero existen otros tipos, como la demencia vascular, que se da por la llegada de poco flujo sanguíneo al cerebro y esto va "apagando" las funciones cerebrales. Los accidentes cardiovasculares (también llamados derrames cerebrales) pueden ser causa de demencia también.

De acuerdo con el informe, el costo estimado de la demencia es de $818.000 millones (más de ¢464 billones). Esto incluye la inversión en profesionales de la salud, el costo social y las pérdidas económicas que se dan en las familias.

Para 2030, se estima que estos costos van a doblarse, y esto puede poner mucha presión sobre el sistema de salud.

"Esta es una señal de alarma: debemos prestarle más atención a este reto creciente y asegurarnos de que las personas que vivan con demencia, vivan donde vivan, tengan el cuidado que ellos necesitan", comentó en un comunicado de prensa, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.

De acuerdo con el informe, el envejecimiento de la población es una de las razones por las cuales crece el número de personas con demencia. Sin embargo, esto no quiere decir que todo adulto mayor desarrolle este síndrome, pues puede prevenirse con un estilo de vida saludable que incluya ejercicios físicos, ejercicios mentales, alimentación sana, convivencia y conversar con todas las edades.

Por ejemplo, un estudio hecho con 2.000 personas en Finlandia y publicado en 2013 en la revista Clinical Journal of Nutrition, señaló que los participantes que llevaban una dieta que incluía hortalizas, frutas, verduras y pescado tenían un riesgo casi 90% más bajo de demencia y mejor memoria y funcionamiento cognitivo global.

Además, en 2013 se publicó un estudio del Instituto Cooper en Dallas, Texas (EE. UU.) que evaluó 20.000 personas durante 40 años. El análisis encontró que si usted mantiene un ritmo constante de actividad física moderada entre los 40 y los 60 años de edad, su riesgo de sufrir alzhéimer o cualquier otro tipo de demencia será mucho menor. Este documento fue publicado en la revista Annals of Internal Medicine.

Otros estudios han indicado que ser bilingüe, leer, escribir, participar en juegos donde la memoria se mantiene activa y compartir con otras personas en un ambiente donde el diálogo es frecuente, también ayuda a prevenir la demencia.

¿Cuáles señales indican una posible demencia?

Dentro de los síntomas del alzhéimer o de otras demencias están:

  • Dificultad para realizar las tareas diarias.
  • Confusión en lugares o ambientes que le son (o deberían serle) familiares.
  • Dificultad con las palabras y números.
  • Pérdida de la memoria.
  • Cambios en el comportamiento.

¿Cómo afrontar estos retos?

La OMS lanzó un programa el Plan Global de Acción 2017-2025 de Respuesta de Salud Pública para Prevenir la Demencia. Este programa consta de siete áreas y planes de acción.

  • Definir a la demencia como una prioridad en salud pública y asignarle los fondos necesarios para el desarrollo de programas para prevenirla y tratarla.
  • Fomentar campañas públicas de información y comunicación para informar qué es la demencia, cuáles son sus señales y cómo prevenirla.
  • Reducir su riesgo con programas que bajen la incidencia de enfermedades crónicas no transmisibles.
  • Mejorar el diagnóstico y tratamiento de los diferentes tipos de trastornos demenciales.
  • Darle apoyo a los cuidadores de personas con demencia.
  • Crear sistemas de información que lleven el pulso de cómo se comportan las estadísticas de los diferentes tipos de demencia en cada país.
  • Apoyar la investigación científica en estos temas en la búsqueda de una mejor comprensión o formas de tratamiento de estos trastornos.