Decenas de costarricenses llenaron la mañana de este domingo el bulevar sobre la Avenida 4, en el centro de San José, para hacer conciencia sobre la violencia en carretera y pedir que no haya más muertes en accidentes de tránsito.
La consigna fue “¡Que no se pierda ni una vida más!”.
En la marcha participaron la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el Consejo de Seguridad Vial (Cosevi), el Ministerio de Salud, la Municipalidad de San José, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Riteve, y las asociaciones A Convivir, Aliarse y Aima Motos.
Las estadísticas no son esperanzadoras. Los choferes de motocicletas son quienes llevan la peor parte, especialmente los hombres entre los 18 y 35 años.
De acuerdo con datos de la CCSS, los primeros nueve meses del año se atendieron 21.128 accidentados. Un 66% (13.980 personas) eran motociclistas.
Son 3.000 atendidos más que en el mismo periodo del 2018, y 6.581 más que en el 2017. Un 82% de estos motociclistas son hombres menores de 35 años.
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“La caminata lo que busca es elevar la conciencia, a toda la población, de lo que significan los accidentes de tránsito para la familia costarricense. En los últimos dos años en la CCSS hemos atendido el doble de los motociclistas accidentados en nuestros servicios de Emergencia.
"Esto tiene enormes costos para la seguridad social, no solo en términos económicos, si no también sociales. Todas las familias se ven afectadas”, manifestó Román Macaya, presidente ejecutivo de la CCSS.
Y añadió: “debemos se conscientes, cuando manejamos, de que debemos llegar seguros a nuestro destino final, que los hospitales no sean un destino imprevisto”.
La caminata también fue el escenario para un homenaje a las personas que fallecieron como víctimas de la violencia en carretera en el último año. La actividad se hizo en conmemoración del Día Mundial de las Víctimas por Accidentes de Tránsito.
Los asistentes a la caminata pidieron prudencia a conductores de todo tipo de vehículos, a moderar la velocidad, respetar las señales de tránsito y no conducir bajo los efectos del licor u otras sustancias.