Consumir plantas medicinales podría alterar acción de tratamiento contra el cáncer

Algunos productos, aparentemente inofensivos, podrían invalidar la terapia y en, en casos extremos, hasta intoxicar al paciente

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Con la finalidad de "potenciar" el sistema inmunitario y hacerlo más fuerte ante el cáncer o los efectos secundarios de la quimioterapia o la radioterapia, algunos pacientes de oncología deciden ayudarse con remedios naturales y/o pastillas que se venden sin receta médica en farmacias y supermercados.

Sus nombres son comunes para la población, e incluyen la manzanilla, el té verde, el ajo, la soya, el aloe o la moringa, así como otras hierbas y alimentos que, por lo general, se catalogan de inofensivos.

Sin embargo, el consumirlos mientras la persona lleva un tratamiento oncológico podría ser perjudicial para la salud o bien, interferir o invalidar la terapia prescrita por el médico. Incluso, hasta causar intoxicación, en el peor de los escenarios.

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Estas son las conclusiones de un estudio realizado por el oncólogo Allan Ramos y los farmacéuticos Álvaro Víquez y Cristina Fernández, todos de la Universidad de Costa Rica (UCR) y del Hospital San Juan de Dios (HSJD). La investigación se realizó en 149 pacientes costarricenses con cáncer que acuden a este centro médico.

Los resultados se publicaron en la última edición de la revista Journal of Oncology Practice.

¿Qué vieron exactamente?

"Hemos visto gente que piensa que algunas plantas reducen el tamaño del cáncer, que lo quitan o que es una 'ayuda extra' en el tratamiento para suprimir o reducir los efectos secundarios. Pero eso puede ser muy peligroso, sobre todo porque muchos no le cuentan al médico que están tomando eso y no saben hasta qué punto más bien dañan su salud o echan para atrás el tratamiento", advirtió Ramos.

Víquez explicó que todo lo que se consume tiene un principio activo. "Cuando ingerimos una sustancia, por más natural que sea, esta tiene que ser procesada por el organismo, y ahí compite con el resto de sustancias que consumimos, y entonces restan o potencian el efecto de los tratamientos", recalcó.

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Según Fernández, se debe recordar que por más naturales que sean estos remedios, ninguno es del todo inocuo, así como se ha advertido en otras oportunidades y artículos.

"No es cierto que 'por ser natural nada pasa'. Por muy natural que sea el producto, todos contienen sustancias químicas que pueden poner en riesgo nuestra salud. También hay sobredosis, también hay intoxicaciones con hojas o plantas", aseveró la especialista.

El estudio en detalle

Para llegar a las conclusiones, los tres investigadores tomaron en cuenta a 149 pacientes que recibían tratamiento con cáncer en el San Juan de Dios.

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Lo primero que hacía Ramos era entrevistarlos y explicarles acerca del estudio para ver si querían participar. Una vez que la persona estaba de acuerdo, se le preguntaba si tomaba algún tipo de suplemento, remedio natural o algún otro medicamento, además de los ya recetados en oncología.

De los participantes, el 54,4% sufría de otra enfermedad (principalmente hipertensión o diabetes) y tomaban fármacos para controlar su condición.

Además, el 56,4% admitió usar algún remedio natural o planta medicinal y cerca de la mitad dijo ingerir pastillas sin receta médica, como analgésicos o antialérgicos.

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Los remedios naturales citados por los pacientes y que podrían presentar algún tipo de interacción, dependiendo del tratamiento contra el cáncer que enfrentaban, fueron: ajo, aloe, hojas de guanábana, té verde, equinácea, ginkgo biloba, manzanilla, moringa, ginseng, espirulina, uña de gato, valeriana, uva y soya.

Las pastillas más comunes que se venden sin receta médica y que eran consumidas por los participantes del estudio fueron: paracetamol, loratadina, ibuprofeno y ácido acetilsalicílico (nombres genéricos).

"No es lo mismo utilizar ajo o soya para condimentar las comidas; ahí no hay problema, pero hay remedios naturales que piden tomar cantidades considerables al día. Además, no es equivalente una bolsita de té de manzanilla que ir al mercado y, sin guía previa, consumir cantidades indiscriminadas de esta planta para hacerse un té", apuntó Víquez.

Para continuar con el estudio, los científicos enviaron la información recolectada a farmacéuticos con el fin de determinar posibles interacciones. Si hallaban alguna, el caso también se analizaba con oncología.

Así descubrieron que se encontraron 122 interacciones (de distinta intensidad) en 75 pacientes que sí tomaban remedios naturales. A todos ellos se les recomendó abandonar esos productos.

Las plantas que produjeron mayores reacciones fueron el aole que afectó a 37 personas que además tomaban 11 distintas terapias y la uva, que causó efectos en 29 pacientes que a su vez seguían otros nueve tratamientos. Ningún caso fue de gravedad.

Los especialistas aclararon que no todas las plantas producen efectos en todos los pacientes, pues ello varía según el tratamiento que lleva cada uno (no a todos se les receta lo mismo ni en las mismas dosis) y las otras posibles enfermedades que presenten.

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En cuanto a los medicamentos, los investigadores observaron 36 interacciones (tanto en quienes tomaban medicamentos sin receta médica como en quienes ingerían fármacos recetados por su médico para otro padecimiento).

Cuatro pacientes mostraron consecuencias clínicas (efectos secundarios por la combinación de medicamentos) y en dos de ellos se registró una toxicidad mayor a la esperada.

Las acciones correctivas que se toman variaron según la intensidad de la interacción. Si esta era menor, se hablaba con el oncólogo que atendía a esa persona y se le pedía observar que el paciente no sufriera efectos secundarios. La recomendación era monitorear, pero no suspender nada.

En otros casos, cuando la interacción sí podía poner en riesgo la eficacia del tratamiento, se le pidió a los médicos hacer cambios necesarios en la medicación –ya sea en la del cáncer o en la de la otra enfermedad– o se le aconsejaba al paciente qué remedios naturales o pastillas evitar.

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En total, el 17,41% de los pacientes requirió un cambio en su medicación.

"En estas personas, el manejo es difícil, porque muchos de ellas también tienen otras enfermedades como hipertensión o diabetes y por lo tanto deben tomar otros medicamentos. Todo eso debe considerarse", aseveró Ramos.

Fernández también mencionó que no se puede olvidar la vulnerabilidad en la que se encuentran muchos pacientes oncológicos: "muchos están dispuestos a tomar cualquier cosa con tal de que la enfermedad desaparezca o se acaben los efectos secundarios. Hemos visto el caso de un curandero que está en la frontera y que le decía a la gente que la quimioterapia los enfermaba y que la dejaran del todo para tomar sus remedios naturales, o de gente que pensaba en usar veneno de alacrán como cura".

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Ramos agregó: "desgraciadamente cuando esa gente retomaba el tratamiento en muchos casos el tumor había avanzado bastante".

Sin satanizar

¿Los datos arrojados en este análisis quieren decir que los pacientes con cáncer deben renunciar del todo a los remedios naturales? La respuesta de los investigadores es que estos productos o alimentos no deben satanizarse, pero el oncólogo debe estar informado de qué toma la persona y darle su aval.

"No todos los remedios o suplementos van a hacer interacción con todos los tratamientos. Por eso es vital que el paciente informe qué está tomando o qué piensa tomar para hacer una valoración. Lo ideal es que cuando tenga cita lleve una lista de todo lo que toma y salta de dudas", afirmó Ramos.

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Incluso, añaden los científicos, en algunos casos la interacción se da solo si el fármaco contra el cáncer y el remedio natural u otro medicamento se consumen al mismo tiempo o con pocos minutos de diferencia. Todo eso debe conversarse con el especialista.

Fernández aseguró que otro de los peligros que existen es que muchos productos naturales que hay en el mercado no cuentan ni con registro sanitario, ni con lista de ingredientes ni con una regulación. Esto debe evitarse.

"Si un producto no cuenta con registro sanitario no hay forma de determinar qué tienen. En mucha macrobiótica hay productos con nombres de 'fantasía' y que a veces ni lista de ingredientes trae, hay que tener cuidado con todo eso, porque podemos estar poniendo en riesgo nuestra salud y la recuperación", concluyó Fernández.

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¿Qué tomar en cuenta?

* Si ya está tomando algún remedio natural u otro medicamento para el control de una enfermedad y le diagnostican un tumor, infórmele a su médico lo antes posible, para que él le indique si puede seguir tomando ese remedio natural, o mejor lo cambia por otro o lo desecha.

* Si ya usted está en tratamiento contra el cáncer y quiere comenzar a tomar algún producto natural como complemento, consúltelo antes con su médico y busquen juntos la mejor alternativa.

* No se automedique ni tome lo que le recetaron a su mamá, hijo o vecino.

* Busque siempre lugares confiables para adquirir el producto o cualquier medicamento y revise bien que este tenga etiquetado y registro sanitario.