La amplia oferta de centros que ofrecen estimulación temprana para pequeños a partir de los tres meses, se desarrolla en la actualidad en el país sin ningún control por parte del Gobierno.
La falta de regulación impide conocer la cantidad de sitios que existen, la metodología que utilizan, la formación de quienes la imparten o la cantidad de menores que la reciben.
Según Jeaneth Cerdas, especialista en educación inicial de la Universidad de Costa Rica, si bien la estimulación temprana fue concebida para brindar atención a pequeños con necesidades especiales, y luego se comprobó que en niños sanos generaba excelentes resultados, en la actualidad existe un auge en esta oferta educativa, pero también mucha desinformación, lo cual, aunado a la falta de controles y a papás con conceptos equivocados, la convierte más bien en un riesgo para los bebés.
“Quienes piensan que la estimulación temprana es para hacer genios, o para acelerar procesos en el desarrollo normal de los niños, se equivocan (… ). Algunos papás piensan erróneamente que el niño cuanto más saturado y más información reciba, va a ser más inteligente, olvidando lo que es verdaderamente importante y real, que es proporcionar un desarrollo armónico y afectivo”, aseguró la especialista Cerdas.
Sin control. A pesar de que los centros de estimulación temprana ofrecen a los menores su primera experiencia educativa, el Ministerio de Educación Pública (MEP) no cuenta con ningún mecanismo que permita controlar, regular, o al menos conocer el contenido de los programas o las metodologías que ofrecen estos lugares para los pequeños a partir de los tres meses de edad y hasta los cuatro años, inclusive.
Julián Pérez, de la Dirección de Centros Privados del MEP, indicó que se tiene conocimiento de que a nivel privado la enseñanza está empezando a edad cada vez más temprana, y que existe una competencia comercial importante por captar a los estudiantes prácticamente desde bebés. Sin embargo, dijo que esa cartera no cuenta con una legislación que le permita ejercer algún control sobre estos centros.
Actualmente, para poder operar, quienes busquen abrir un centro de estimulación solo requieren obtener un permiso municipal y otro del Ministerio de Salud, igual a los que se solicitan para que funcione cualquier negocio, confirmó el médico Francisco Oviedo, presidente del Consejo de Atención Integral del Ministerio de Salud.
“La Ley General de Centros Privados N.° 8017, que se aplica para la educación de menores de 12 años y regula a guarderías o centros de cuido, no contempla este tipo de escuelas de estimulación por ser figuras relativamente recientes, por lo que el Ministerio de Salud no tiene más que verificar que tengan los servicios básicos en buen estado, al igual que cualquier otro negocio, como si se tratara de un taller o una peluquería”, explicó.
No obstante, tanto en el MEP como en Salud, coinciden al señalar que una estimulación temprana bien concebida e impartida por profesionales en la materia, genera múltiples beneficios, fortalece el desarrollo integral e incluso potencia las capacidades de los pequeños, al tiempo que brinda guía y apoyo a los padres.