Bacterias resistentes a antibióticos: ‘Estamos llegando a un punto donde nos estamos quedando sin opciones de tratamiento’

El abuso de estos medicamentos representa un riesgo para la salud pública. En el Mes de la Ciencia, el científico Javier Pizarro Cerda responde las consultas de los lectores sobre este tema

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El abuso de los antibióticos, el mal desecho de estos y la propia evolución de las bacterias patógenas (las que pueden ser dañinas) ha encendido las luces de alerta en la comunidad científica, pues poco a poco nos estamos quedando sin opciones de tratamiento.

En su lucha por la supervivencia, estos microorganismos buscan fortalecerse, y con esto, se hacen resistentes a los fármacos. Es decir, llegará el momento en que los medicamentos tradicionales no combatan la infección. Y cada vez que consumimos antibióticos que no necesitamos o decidimos finalizar antes un tratamiento que sí requerimos, aumentamos las posibilidades de que estas bacterias sean más poderosas.

Javier Pizarro Cerda, biólogo celular y molecular y doctor en Inmunología y director de la Unidad de Yersinia del Instituto Pasteur, en Francia, ha estudiado de cerca el comportamiento de las bacterias y contestó preguntas acerca de cómo estas reaccionan a los antibióticos y se vuelven más fuertes si a estos fármacos no se les da el uso correcto.

Este es el segundo artículo de la serie Pregúntele al Científico, que se publica los domingos de agosto, para celebrar el Mes de la Ciencia. Se trata de un proyecto colaborativo de La Nación y la Academia Nacional de las Ciencias, que ya lleva tres años consecutivos.

Estas fueron algunas de las preguntas que se recibieron al Facebook y al correo electrónico del diario.

¿De verdad, algún día dejarán de funcionar los antibióticos o es una noticia amarillista?

En el caso de algunas bacterias patógenas, estamos, desgraciadamente, llegando a un punto donde nos estamos quedando sin opciones de tratamiento.

¿En este momento cuál es la bacteria más resistente que han visto?

El agente de la tuberculosis, Mycobacterium tuberculosis, es probablemente la bacteria mas peligrosa hoy en día desde un punto de vista de resistencia a antibióticos.

“Las bacterias denominadas ESKAPE (Enterococcus, Staphylococcus, Klebsiella, Acinetobacter, Pseudomonas y Enterobacter) son oportunistas que pueden infectar diversos órganos o tejidos, y han sido identificadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como patógenos altamente peligrosos, para los cuales es necesario desarrollar nuevos antibióticos”.

¿Están los científicos produciendo antibióticos más resistentes a las bacterias o tendrán que buscar otros tratamientos? ¿El proceso de investigación para obtenerlos se diferencia mucho de otro tipo de fármacos?

Los primeros antibióticos fueron identificados a inicios del siglo XX. Por ejemplo, nuestro eminente científico Clodomiro Picado fue un precursor en el descubrimiento de la penicilina.

"Entre 1930 y 1980 se descubrieron muchos antibióticos capaces de inhibir el crecimiento de bacterias. Sin embargo, su abuso favoreció que las bacterias desarrollaran resistencias.

“En la actualidad, los científicos continuamos buscando nuevos antibióticos, y aunque los procesos de investigación no son distintos de aquellos aplicados a otros fármacos, nos encontramos con que ciertas bacterias presentan actualmente menos ‘talones de Aquiles’ y hemos agotado opciones de tratamiento”.

¿Por qué es contraproducente tomar antibióticos sin que un médico los recete?

Los antibióticos se usan para tratar enfermedades causadas por distintas bacterias (no por virus). Un médico recetará antibióticos específicos para la bacteria que cause enfermedad.

"Si tomamos un antibiótico sin receta, nos arriesgamos a usar una molécula que no destruirá la bacteria causante de enfermedad. Además, estaremos destruyendo nuestras bacterias “buenas”, lo que nos vuelve más vulnerables.

“Para minimizar este efecto negativo, lo ideal es tomar solo los antibióticos específicos recetados por el médico”.

¿Qué es más peligroso: abandonar el tratamiento con antibióticos cuando nos lo recetan o tomarlos cuando no nos hace falta?

Los dos casos conllevan peligros diferentes. Si se abandona un tratamiento, es probable que no eliminemos todas las bacterias dañinas y que contribuyamos a que las bacterias “malas” que queden vivas generen nuevas resistencias.

“Si tomamos antibióticos cuando no hace falta, no solo matamos nuestras bacterias ‘buenas’ sino que también contribuimos a que las bacterias que sobrevivan generen resistencias, que pueden ser luego transmitidas a bacterias ‘malas’”.

¿El licor o los anticonceptivos hacen que los antibióticos pierdan fuerza?

El licor o los anticonceptivos no interfieren con los mecanismos moleculares utilizados por los antibióticos para inhibir el crecimiento de bacterias.

"Sin embargo, nuestro sistema inmunitario ayuda a los antibióticos durante la lucha contra enfermedades causadas por bacterias, y el licor puede retardar la recuperación de una persona al afectar su estado global de salud.

"Además, los antibióticos pueden generar efectos secundarios como problemas estomacales, y combinar el consumo de licor con antibióticos puede incrementar estos efectos secundarios.

“Por otra parte, se ha demostrado que el antibiótico rifampicina puede disminuir la efectividad de anticonceptivos orales”.

¿Cómo se sabe que una bacteria se ha hecho resistente a un antibiótico?

Si la bacteria es expuesta a un antibiótico y no es posible inhibir su crecimiento, ya sea en el cuerpo del paciente o en un medio de cultivo en el laboratorio, claramente, esta bacteria ha adquirido resistencia al antibiótico.

¿Cuál es la razón para tomar los antibióticos siempre a la misma hora?

Cuando se administra un antibiótico, su nivel en nuestro organismo es alto al inicio, pero luego es metabolizado y desaparece. Es importante, entonces, administrarlo con una frecuencia preestablecida para que su nivel efectivo sea continuo.

Siempre se dice que debemos terminar un tratamiento con antibióticos aunque nos sintamos mejor, porque podemos hacer a la bacteria más fuerte y necesitar un tratamiento más agresivo, ¿pero qué le ocurre exactamente a una bacteria cuando abandonamos el tratamiento antes?

Cuando abandonamos el tratamiento, permitimos que bacterias residuales que no han sido eliminadas vuelvan a crecer. Estas bacterias pueden, además, haber generado resistencias contra el antibiótico utilizado, por lo que serán mas difíciles de eliminar que las bacterias originales.

¿Las bacterias pueden también ir evolucionando y hacer ellas mismas su propia resistencia a los antibióticos, aunque sí tomemos bien los tratamientos?

Un tratamiento bien administrado busca destruir todas aquellas bacterias que causen enfermedad. Sin embargo, las bacterias tienen una gran capacidad para generar resistencias y nuestro propio sistema inmunitario juega un rol fundamental como complemento de los antibióticos en la destrucción de bacterias dañinas.

¿Qué tipo de antibióticos se usan en la actualidad y con cuáles hay más abuso?

Todas las familias de antibióticos descubiertas hasta ahora se siguen usando en la actualidad. Los más antiguos (penicilinas, cefalosporinas, tetraciclinas) son probablemente aquellos que han sufrido un mayor abuso simplemente porque han permanecido más tiempo en el mercado.

¿A los niños se les pueden dar mezclados con algo por su “no tan rico” sabor? ¿Y cómo aumentar las defensas luego de tomarlos?

Los antibióticos pueden administrarse por vía intramuscular, intravenosa u oralmente. En la actualidad, la gran mayoría de los antibióticos orales vienen con edulcorantes que facilitan su administración.

“Si están disponibles, las vacunas son la mejor herramienta para preparar las defensas de nuestro cuerpo contra el ataque de patógenos conocidos. Una alimentación sana contribuye, igualmente, a mantener a nuestro sistema inmunitario alerta. Y las medidas de higiene (lavarse las manos) nos ayudan a evitar que los patógenos ingresen a nuestro organismo”.

¿Es cierto que el agua que tomamos puede estar contaminada con antibióticos?

No se puede generalizar. El agua potable que recibimos en nuestras cañerías no debería estar contaminada con antibióticos. Sin embargo, la presencia de antibióticos en desechos, o la contaminación de suelos por el uso indiscriminado de antibióticos en ganadería o avicultura, podría provocar la contaminación de ríos o lagos.

¿Cómo podría afectarnos a los seres humanos el que se utilicen antibióticos en ganado que está saludable? ¿Podría afectarnos el consumir su carne o leche?

El consumo de carne o leche de ganado que haya sido expuesto a antibióticos no representa un problema en sí para la salud humana.

“El verdadero problema es que el uso de antibióticos en animales sanos contribuye a favorecer en sus intestinos el crecimiento de bacterias que sean resistentes al antibiótico, y estas bacterias pueden luego transmitir sus resistencias a bacterias patógenas”.

¿Cómo desecho los sobrantes de un antibiótico? ¿Es cierto que solo puedo hacerlo si los llevo a una farmacia?

Cualquier antibiótico que no sea destruido en forma adecuada, podrá llegar en algún momento a suelos o aguas, donde contribuirá a que surjan bacterias con resistencias. Es por eso conveniente que los antibióticos sobrantes sean depositados en las farmacias, que se encargarán de destruirlos adecuadamente.

¿Cómo podemos contribuir a que los antibióticos sigan funcionando? ¿Qué debemos hacer y qué no?

Los antibióticos son una gran herramienta de la medicina que, junto con las vacunas y la higiene, han permitido que la incidencia de las enfermedades infecciosas en la salud humana haya disminuido significativamente en los últimos cien años.

"Para que los antibióticos sigan funcionando, los médicos deben de ser los primeros responsables en identificar el mejor tratamiento para una enfermedad dada y no recetarlos indiscriminadamente.

"Los pacientes luego deben ser igualmente responsables y aplicar únicamente el tratamiento indicado por el médico.

“Como sociedad, debemos, finalmente, ser conscientes del peligro del abuso de los antibióticos y luchar por un uso responsable de estas moléculas, particularmente en salud animal, donde todavía hay muchas mejoras por realizar”.

¿Quién es el científico?

Javier Pizarro Cerda se graduó de Biología en la Universidad de Costa Rica en 1988 y culminó su maestría en 1994 en la misma casa de estudios. Comenzó su relación con Francia meses después de terminar su maestría, cuando consiguió una beca de la Embajada de Francia en Costa Rica para integrar el laboratorio del Dr. Jean-Pierre Gorvel (Centro de Inmunología de Marsella-Luminy). En 1998 obtuvo un doctorado en Inmunología.

En ese mismo año descubrió el nicho intracelular del patógeno Brucella, que causa zoonosis (transmisión de enfermedades propias de animales a seres humanos). Este logro le valió el Premio Nacional de Ciencia 1998.

Actualmente se desempeña como director de la Unidad de Yersinia del Instituto Pasteur, en Francia. Este centro investiga las yersinias, un tipo de bacteria dentro de las cuales la más popular es la Yersinia pestis, causante de la peste, una enfermedad altamente mortal y que todavía continúa siendo un reto para la salud pública.

Este laboratorio no solo realiza investigación fundamental, también coordina el Centro Nacional de Referencia de Yersinias en Francia y el Centro Internacional en Yersinias, asociado a la Organización Mundial de la Salud (OMS).