En Costa Rica no se sabe cuántas personas tienen autismo pues se carece de un estudio epidemiológico para saberlo.
Sin embargo, los padres de personas con esta condición buscan capacitar a otros papás de hijos a quienes se les diagnosticó este trastorno hace poco.
La Asociación Costarricense de Padres y Amigos de Personas con Autismo (Ascopa) realiza capacitaciones y seminarios para padres y maestros.
“Muy constantemente recibimos llamadas de maestras y familiares pidiéndonos ayuda porque no saben cómo manejar la situación. La idea es capacitarlos para que mejoren la calidad de vida de la persona y de su familia”, comentó Maribel Madrigal, coordinadora del Comité de Proyección y Promoción de Ascopa.
“El problema es que son personas que físicamente no parecen tener una discapacidad; la sociedad no está preparada para ver su comportamiento. Son personas que pueden autoagredirse o aislarse, por lo que es difícil llevarlos a centros comerciales o actividades familiares”, agregó.
Aprendiendo juntos. La idea de Ascopa es tener el apoyo de diversos profesionales que ayuden a derribar los mitos del autismo.
“La gente no se vuelve autista, nace autista y se va desarrollando. En algunos casos, las características se van viendo conforme el bebé va creciendo; en otros, las mamás narran que su hijo era normal y a partir de cierto momento cambió por completo; las causas pueden ser muchas y se están investigando”, dijo el neurólogo David Luna, uno de los colaboradores en la atención de pacientes y padres, en Ascopa.