Advertencia médica: cáncer gástrico no se combate solo con cirugía, tratamiento debe ser integral

Mario Vásquez, coordinador técnico del Simposio Internacional del Cáncer Gástrico, explicó que la quimioterapia, la buena alimentación y el seguimiento al paciente es vital para una buena sobrevida

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El cáncer gástrico es uno de los más agresivos y mortales en Costa Rica. Por esta razón, especialistas en abordar esta enfermedad aseguran que la simple cirugía para remover el tumor no es suficiente y es solo parte de un tratamiento más completo e integral.

Diferentes médicos profundizaron en este tema en el Simposio Internacional del Cáncer Gástrico, que se celebró recientemente en Costa Rica en el Colegio de Médicos y Cirujanos.

“Las células del estómago están acostumbradas a un ambiente muy agresivo y se regeneran muy rápido, esto hace que las células malignas también se reproduzcan con rapidez. Por eso, para tratarlo no solo basta hacer una cirugía. Estamos luchando contra el ‘lo operé y ya lo curé’”, destacó Mario Vásquez Chaves, coordinador técnico del simposio.

El Registro Nacional de Tumores indica que en el 2015 (año más reciente para el cual hay datos disponibles) se presentaron 686 casos de este tipo de cáncer: 401 hombres y 285 mujeres. Además, según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), 658 costarricenses fallecieron ese año como consecuencia de este tumor (433 hombres y 225 mujeres). Esto significa una tasa de 15,4 decesos por cada 100.000 habitantes.

A esto se le debe unir que la sobrevida a cinco años (tiempo en el que una persona puede considerarse sobreviviente) es del 38%.

“Esto no es una ‘receta de cocina’”, prosigue Vásquez, “el cáncer de gástrico es una enfermedad sistémica, no una enfermedad de solo una parte. Es una enfermedad genómica. Altera el metabolismo, afecta la cicatrización y la resistencia a infecciones. Por eso, nuestra recomendación es ver cada caso por aparte, y dar quimioterapia tanto antes como después de operar, para que así mueran también células malignas que puedan estar 'zontas’ en otras partes”.

Por esta misma razón, el especialista añadió que no solo un especialista debe vigilar al paciente, deben estar el gastroenterólogo, el oncólogo, el cirujano y un profesional en nutrición y en farmacia.

La enfermedad

El cáncer de estómago o cáncer gástrico está relacionado con la bacteria Helicobacter pylori, que se encuentra en el organismo del 80% de los costarricenses.

Solo cerca del 5% al 10% de quienes la tienen desarrollan una infección, que puede ir desde una simple inflamación hasta cáncer.

Si a esta bacteria se le une el consumo excesivo de grasas, azúcares y condimentos, la baja ingestión de fibra, el comer muy rápido y masticar poco, es más fácil que las células cancerosas crezcan y se reproduzcan.

“No hay cáncer gástrico sin Helicobacter, pero también está el componente ambiental, las comidas, los hábitos, alguna sustancia a la que haya podido estar expuesta la persona. Es una combinación de factores”, enfatizó Vásquez.

A esto también se suma el componente genético. La ausencia de la proteína P54 –que ayuda a que no crezcan ni se reproduzcan células cancerosas– aumenta el riesgo del cáncer gástrico.

¿Hay forma de prevenirlo?

Una de los problemas que lleva a la alta mortalidad es la detección tardía. Este cáncer no produce síntomas en sus estados iniciales, por lo que el una gran parte de los casos se detecta tarde.

Los primeros síntomas se asemejan a los de una gastritis grave, por lo que muchos pacientes los confunden y no les prestan atención; cuando van al doctor, ya tienen un tumor avanzado.

Es por ello que Vásquez y sus colegas recomiendan un programa de tamizaje en zonas de alto riesgo.

“Los programas de tamizaje son caros, pero ya sabemos cuáles zonas son las de mayor incidencia de este mal, los mapas están muy claros. Lo ideal sería realizar este tamizaje en personas que aún no presentan los síntomas, para hacer detección temprana”, afirmó el especialista.

También hay otras medidas que las personas pueden tomar para bajar su riesgo. No fumar, comer vegetales, no abusar de la sal ni del licor y realizar actividad física ayudan a paliar las posibilidades.