Montreal
Los ministros de Medio Ambiente de una treintena de países se reúnen este sábado en Montreal para fijar las reglas destinadas a lograr los objetivos de reducción de emisiones según el acuerdo del clima de París, en una cita sin los Estados Unidos, ni su presidente Donald Trump.
A iniciativa de Canadá, la Unión Europea (UE) y China, esta conferencia se celebra cada 30 años, desde la firma del Protocolo de Montreal para la protección de la capa de ozono, "un acuerdo internacional histórico", según la ministra canadiense de Cambio Climático, Catherine McKenna.
Este Protocolo es el ejemplo de que "el mundo tiene que seguir actuando para hacer frente a la amenaza de los cambios climáticos", señaló.
"Estamos aquí juntos y debemos de actuar unidos", declaró McKenna en la bienvenida a los ministros y representantes de más de 30 países, recordando los últimos episodios meteorológicos: tifones, inundaciones, huracanes, etc.
"Los cambios son reales, los fenómenos meteorológicos extremos son más frecuentes, más potentes y más destructivos", indicó la ministra, poniendo como ejemplo la situación de "los niños de Barbuda que no tienen ni escuela" tras el paso del huracán Irma, que devastó esta isla del Caribe hace una semana.
Con el fin de respetar un calendario trastocado por la retirada en junio de Estados Unidos del acuerdo de París sobre el clima (COP21), por decisión del presidente Donald Trump, la UE, China y Canadá han tomado las riendas y han manifestado su voluntad de seguir adelante.
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"No es una discusión burocrática, es una discusión política con gente que tiene en mente el objetivo del acuerdo (de París), con importantes etapas por delante destinadas a lograr una transición hacia energías limpias para detener el calentamiento global", señaló antes de la reunión Miguel Arias Cañete, el comisario europeo por el clima.
El tiempo apremia, aseguró, y los socios deben "reducir sus diferencias y tener una buena comprensión sobre cómo poner en marcha este ambicioso acuerdo" concluido en diciembre de 2015.
Para ello, "necesitamos un libro de normas que nos permita dar seguimiento, verificar y comparar" el nivel de las emisiones de los países, explicó a la AFP.
Esto permitirá, indicó, medir el camino que queda por recorrer para satisfacer el objetivo de la COP21 de limitar el aumento de la temperatura media del planeta a 1,5 grados centígrados en 2050, con respecto a su nivel de la era preindustrial.
El calendario, señaló Arias Cañete, dispone tener listo este "libro de normas (...) antes de la COP24 de Katowice (Polonia) a finales de 2018". Entretanto, en noviembre de este año se celebra la próxima conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP23) en Bonn, Alemania, bajo la presidencia de Fiji.
La UE tiene que presentar a corto plazo propuestas a sus estados miembros para reducir sus emisiones de carbono en el sector de los transportes, indicó a comienzos de esta semana su presidente Jean Claude Juncker.
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Otro gran emisor de CO2, China, dio cuenta de su intención de prohibir la venta de automóviles propulsados por motores de carburantes fósiles, un ambicioso objetivo para el primer mercado automóvil del mundo.
Reino Unido también manifestó su intención de actuar en la misma dirección, al igual que Francia, cuyo ministro de Transición Ecológica, Nicolas Hulot, declaró su voluntad de prohibir para 2040 la venta de autos diésel y de gasolina.
El objetivo de proteger la capa de ozono con la eliminación progresiva de los hidrofluorocarbonos (HFC), unos gases extremadamente nocivos para el clima empleados en refrigeradores y climatizadores, ha sido "bastante exitosa", estimó Xie Zhenhua, representante chino en materia de cambio climático.
Con este impulso, "tenemos que adoptar medidas" a partir de ahora para "asegurarnos de que podemos llevar a cabo" los objetivos del acuerdo de París, añadió.
Queda por saber "cómo combinar las acciones sobre el clima con el crecimiento económico, la protección de las poblaciones y la creación de empleo". "Si podemos combinar todos estos actores, haremos del acuerdo de París un gran éxito", aseguró Zhenhua.
La Casa Blanca insistió el sábado por la tarde, en que Estados Unidos seguirá tramitando su salida del acuerdo sobre el clima de París, a menos que haya términos más favorables, aún cuando diplomáticos europeo consideran que Washington suavizó su posición al respecto.
"No ha habido cambios en la posición de Estados Unidos sobre el Acuerdo de París", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, en una declaración enviada por email. "Como el presidente (Donald Trump) lo dejó abundantemente claro, Estados Unidos se retira a menos que se cambien los términos a unos más favorables con nuestro país", añadió.