Cuando se hable de cambio climático, las mujeres estarán en el centro de las conversaciones.
La Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático aprobó la propuesta de Costa Rica para renovar del programa de trabajo sobre género iniciado en Lima (Perú) en 2014, lo cual implicará desarrollar un plan de acción que contribuya a implementar el Acuerdo de París de forma inclusiva, justa y equitativa.
"Los efectos adversos del cambio climático afectan diferenciadamente a las mujeres, pero estas deben ser vistas no solo como víctimas sino como actores muy importantes en sus comunidades para dar respuestas al cambio climático. Es importante también construir capacidades en los países para que la acción climática tenga enfoque de género", comentó Adriana Murillo, negociadora tica presente en la ciudad de Marrakech (Marruecos), donde tiene lugar la cumbre del clima.
En 2014, y en el marco de la cumbre climática celebrada en Perú, los países firmaron el Trabajo de Lima sobre Género, el cual pretendía reducir las brechas de género en cuanto a acceso a recursos, educación, capacitación y participación en políticas ambientales.
Esa plataforma de trabajo llegó a su fin este año. Por ello, y a lo largo de seis meses, los negociadores ticos consultaron a otros países para llevar una propuesta a la cumbre de Marrakech.
Dicha propuesta fue presentada por el grupo negociador de la Alianza Independiente de América Latina y el Caribe (AILAC), del que Costa Rica ejerce la Presidencia Pro Tempore, y finalmente fue aprobada por consenso en el seno de la cumbre.
"Desde hace dos años, Costa Rica ha asumido un rol de liderazgo en las negociaciones para asegurar que la equidad de género y los derechos humanos sean reflejados en la convención. En la COP22, aprovechando el momentum del Acuerdo de París, nuestro reto era identificar oportunidades para avanzar en el tema", destacó el ministro de Ambiente y Energía, Édgar Gutiérrez.
Compromiso de Ginebra
Esta propuesta de género deviene del compromiso adquirido por Costa Rica para impulsar la inclusión de los derechos humanos en las negociaciones climáticas.
En 2015, el país lideró un proceso para humanizar la discusión climática y así garantizar que las políticas de los países contemplen a los más vulnerables y no los deje atrás.
Esto quedó plasmado en el Compromiso de Ginebra sobre Derechos Humanos en la Acción Climática, el cual fue apoyado por Chile, Francia, Guatemala, Filipinas, Irlanda, Islas Marshall, Kiribati, Maldivas, Micronesia, México, Palaos, Panamá, Perú, Samoa, Suecia, Uganda, Uruguay y Costa Rica como proponente.
Esta declaratoria, voluntaria pero no vinculante, pretende facilitar el intercambio de conocimiento y experiencias entre las naciones en materia de derechos humanos y cambio climático.
"Vamos a promover y respetar los derechos humanos en nuestras acciones climáticas. Nos solidarizamos con nuestra gente y las generaciones futuras para tomar medidas urgentes contra el cambio climático", se lee en la declaratoria.
A partir de este compromiso, Costa Rica, Chile, Perú y México insistieron en incluir el tema de equidad y derechos humanos durante la negociación del Acuerdo de París, el cual se aprobó en diciembre de 2015 y entró en vigencia en noviembre de 2016.
Sus esfuerzos se vieron reflejados en la adopción, por parte del tratado, de medidas pro igualdad de género, empoderamiento de la mujer y equidad intergeneracional. Específicamente, los artículos 7 y 11 del acuerdo mencionan equidad y derechos humanos en relación a temas de adaptación y desarrollo de capacidades.