El nuevo reglamento de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena), no será publicado en el diario oficial La Gaceta, como estaba previsto, hasta que sea sometido a un nuevo proceso de consulta con distintos sectores sociales.
Así lo confirmó a La Nación la viceministra de Gestión Ambiental del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), Celeste López, ante las críticas que ha recibido la propuesta de normativa, por parte de grupos ecologistas y profesionales del sector arqueológico.
"A partir de hoy se abrirá una ventana de un mes para socializarlo (el reglamento) con todos los sectores interesados, porque la duda y la objeción es que no había sido suficientemente consultado", indicó la funcionaria.
Posteriormente a esta etapa se vería la posibilidad de abrir nuevas consultas al documento o si se le efectuarían cambios.
Los cambios propuestos al reglamento fueron planteados durante la anterior administración, incluso el documento contaba con las firmas del expresidente Luis Guillermo Solís y el exministro del Minae, Édgar Gutiérrez, y estaba a la espera de ser publicado en el diario oficial del Estado.
Posiciones enfrentadas
Marcos Arroyo, exsecretario general de Setena durante la administración anterior, defendió las modificaciones, ya que a su criterio, establecen un cambio importante en la evaluación ambiental y son un paso adelante en el destrabamiento del órgano evaluador
"El reglamento lo que está diciendo es que hay una cantidad importante de actividades que están saturando a la Setena, que la está llevando al estado de frenesí que provoca que la institución se atrase", explicó el exjerarca.
Para Arroyo, el tema no es desregular o desproteger al ambiente, sino, "concentrar a la Setena en las actividades realmente impactantes", dejando otras sujetas a un proceso diferente o excluidas de la evaluación ambiental, supeditadas a las reglas que establezca cada municipalidad en su cantón.
El nuevo reglamento introduce variantes en los umbrales ambientales o parámetros que determinan las actividades, obras y proyectos que serán objeto de evaluación ambiental, así como el tipo de herramienta de diagnóstico que les será aplicado, en atención a sus impactos.
La Federación Ecologista Nacional (Fecon) es una de las principales organizaciones que ha adversado la propuesta, al considerar que la misma representa "una regresión a la protección de muchas de las cosas que antes estaban reguladas".
"Por ejemplo, construcciones que si sobrepasan los 1.000 metros cuadrados, según el reglamento actual deben aportar una inspección previa y posteriormente un estudio de impacto ambiental, esto cambiaría radicalmente en esta propuesta, porque pretende subir el umbral a 9.000 metros cuadrados, el equivalente al Estadio Nacional", dijo el presidente de la Fecon, Henry Picado
"Esto significa que una obra de infraestructura de las dimensiones del estadio, no tendría que estar bajo los controles de Setena, lo que nos parece muy riesgoso", añadió.
Esto también generó preocupación entre 24 arqueólogos que en mayo pasado suscribieron una carta informando a la Comisión Plena de Setena, sus temores porque este cambio en el umbral significaría que no sería necesario realizar inspecciones previas para diagnosticar si hay, o no, indicadores de ocupaciones precolombinas
“Esto implicaría que no se podrán tomar las medidas para prevenir y mitigar el eventual impacto sobre el patrimonio arqueológico nacional por proyectos de desarrollo”, indica la misiva.
Sobre este punto, Arroyo indicó que la propuesta actual del reglamento, cuenta con un transitorio para que, tras su eventual publicación en La Gaceta, la entrada en vigencia se de nueve meses después, ya que requiere de un manual que debe puntualizar cada aspecto que se le vaya a exigir al interesado.
"Fuimos bastante insistentes al decir que vamos a emitir un reglamento general y que necesitamos ahora afinar en estos nueve meses en el manual, temas como ese de la parte arqueológica", explicó.
Paso a paso del proceso
El Reglamento de Evaluación, Control y Saneamiento Ambiental de Setena se originó a partir de unas mesas de diálogo que se desarrollaron desde octubre del 2015 con la colaboración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En este proceso participaron diferentes actores vinculados a la Setena y representantes del sector ambiental, quienes identificaron un total 22 acciones prioritarias de cambio en la institución. La que se ubicó en el primer lugar fue la necesidad de reformar el actual reglamento.
Esto propició que a finales del 2016 inicios del 2017, se tuviera una propuesta que se fue reformando hasta llegar al borrador final que durante 10 días se sometió al proceso de consulta pública, establecido en el Ministerio de Economía Industria y Comercio (MEIC).
El documento también fue devuelto a los actores que fueron consultados en octubre del 2015 para ver si tenían observaciones al respecto y finalmente se abrió una consulta pública por medio de una plataforma digital, por medio de la cual se analizó y respondió a las inquietudes planteadas.
Tras este proceso y arreglos finales, se llegó al término de la administración Solís Rivera.