Sídney, Australia
El primer ministro australiano, Tony Abbott, declaró que su país solo se compromete a reducir en un 5% las emisiones de gases contaminantes para el año 2020.
Hace cuatro años, la coalición conversadora del Partido Liberal y Nacional, hoy liderada por Abbott, junto con el actual grupo opositor, el Partido Laborista, prometieron aumentar hasta el 25% el objetivo para la emisión de gases contaminantes respecto a las emisiones del año 2000, bajo la condición de que se diera una respuesta global.
El cambio de la política ambiental de Abbott coincide con la celebración en Varsovia de la Conferencia de los Partidos de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP-19) la cual busca senta las bases para un nuevo acuerdo vinculante sobre las emisiones contaminantes para el año 2015.
A finales del mes pasado, la Autoridad de Cambio Climático de Australia consideró, en un informe preliminar, que el objetivo de reducir en 5% las emisiones de gases contaminantes del país oceánico para el año 2020 es inadecuado y recomendó un recorte de al menos un 15%.
Abbott, quien intenta abolir dicha organización, desmanteló la Comisión del Cambio Climático creada por el anterior gobierno laborista y que actualmente opera de forma independiente con fondos públicos bajo el nombre de Comisión Climática.
El primer ministro busca además anular el impuesto a las emisiones de carbono que entró en vigor 2012 que inicialmente obligaba a las grandes empresas contaminantes a pagar unos 23 dólares locales por tonelada de CO2 emitida y que debía aumentar un 2,5% en términos reales hasta 2015, año en que se daría paso al sistema de comercio de emisiones.
Ante este cambio en la política ambiental, la secretaria de la ONU para el Cambio Climático, Christiana Figueres, acusó el mes pasado al nuevo gobierno conservador de Australia de apartarse del compromiso de luchar contra el cambio climático.
Australia contribuye con el 1,5 % de la emisión global de gases de efecto invernadero, menos que Estados Unidos, China, Rusia, la India y Japón, pero es una de las naciones más contaminantes del planeta en términos per cápita.