Luego de tres meses de operaciones, el experimento para la detección de materia oscura Large Underground Xenon (LUX) no logró hallar ninguna pista para corroborar la existencia de este misterioso componente del universo.
Este detector calificado como “el más sensible del mundo” fue colocado a 1.400 metros bajo tierra en una mina de oro abandonada, en Dakota del Sur, un ambiente aislado e idóneo para detectar las partículas de materia oscura.
Se calcula que el 85% de la materia del universo es oscura. Se le llama así pues al no emitir luz ni energía electromagnética, es completamente invisible.
Sin embargo, se sabe que existe por la influencia que ejerce su fuerza de gravedad sobre la materia ordinaria como estrellas y galaxias.
También se cree que se producen interacciones débiles, pero detectables, entre las partículas de materia oscura con la materia convencional. Esas partículas masivas de interacción débil –conocidas como WIMPs por sus siglas en inglés – son las que este experimento pretendía identificar.
El LUX está compuesto por 122 tubos detectores de líquidos que capturan la huella de luz emitida cuando esas partículas WIMP colisionan con un núcleo de xenón enfriado a –101 grados Celsius.
Sin embargo, luego de 90 días de experimentos, los científicos no encontraron “absolutamente ninguna señal de materia oscura”, según declaró el físico Richard Gaitskell , de la Universidad Brown en Providence.
El paso siguiente es realizar algunos ajustes para calibrar la sensibilidad del detector e iniciarán una segunda fase de investigación de 300 días a la espera de hallar luz sobre la misteriosa materia oscura. “No pudimos ver actuando la materia oscura, pero hicimos la búsqueda más detallada que se ha realizado alguna vez en el mundo ” , declaró a la agencia AP Daniel McKinsey, físico de la Universidad de Yale.
El experimento con el detector LUX fue 20 veces más sensible que cualquier otro anterior y el nuevo experimento que proponen sería 1.000 veces más sensible.