Toyota prevé invertir cerca de $50 millones en cinco años, repartidos entre la Universidad de Stanford, en California, y el MIT. Como director del proyecto, Toyota contrató a Gill Pratt, especialista en robótica de la estadounidense Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (Darpa, por sus siglas en inglés).
"Nos concentraremos inicialmente en la aceleración de tecnologías de vehículos inteligentes, con el objetivo inmediato de ayudar a eliminar accidentes y el objetivo último de mejorar la calidad de vida", dijo Kiyotaka Ise, responsable de Toyota, en una conferencia de prensa en California.
"Pero el impacto irá más allá de los vehículos", aseguró.
Pratt también mencionó la aplicación de la inteligencia artificial en otros aspectos de la vida, como por ejemplo en servicios robotizados a domicilio que ayudarían a los ancianos a mantener su autonomía.