Un teléfono inteligente, un lente, una fuente de luz y una base diseñada en impresora 3D podrían unirse en un novedoso producto dedicado a combatir el cáncer de cérvix, también conocido como de cuello uterino, el cual es provocado por el virus del papiloma humano (VPH).
Este mal causó la muerte de 266.000 mujeres en 2012 . De ellas, el 87% residía en países en vías de desarrollo, según cifras de la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés).
Frente a ese panorama, la empresa israelí Mobile OCT se aventuró a combinar la óptica y la tecnología para crear lo que se llama colposcopio móvil.
“Este es un equipo que utilizan los médicos para evaluar (y observar) si existe alguna lesión en el cérvix”, dijo a La Nación , Amit Safir, encargado de estrategia y operaciones en esta compañía.
Según Safir, en los países en vías de desarrollo, cuando las mujeres se realizan el papanicoláu (citología), si se llega a detectar alguna anomalía, existe, en ese caso, la necesidad de efectuar una inspección adicional, con un colposcopio.
Ese segundo paso no siempre es posible, pues aparatos como este son poco accesibles en los países pobres, ya que pueden llegar a costar hasta $15.000.
El colposcopio de Mobile OCT podría ayudar a cambiar esa realidad. La firma logró crear un prototipo con un costo de $1.000. Además, proyectan que con una producción más masiva, podría bajar a $400, incluido un smartphone o teléfono inteligente en el paquete.
¿Cómo funciona? El médico o personal de salud podrá ensamblar fácilmente el colposcopio; es decir, colocar el teléfono celular sobre la base y, de seguido, el lente que permitirá hacer la inspección. Una vez ensamblado, se enciende el teléfono inteligente y se abre una aplicación desarrollada por Mobile OCT.
Tras registrarse con su usuario y contraseña en esa app, en la pantalla aparecerá la imagen de la cámara de cuatro megapíxeles, que podrá ser ajustada con el lente de 10x que compone el dispositivo.
Con ayuda de luz blanca y verde, incorporada en el aparato, el médico podrá observar la salud del cuello del útero de la paciente.
“Lo que ofrecemos es una tecnología que va a elevar el índice de especificidad y permitir a las instituciones utilizar sus recursos en detección y no en tratamiento”, comentó Amit Safir.
Algunos médicos, entre ellos el ginecólogo Bruce Kahn, del Scripps Medical Center en San Diego, EE.UU., han utilizado el dispositivo y aseguran que da buena calidad de imágenes, comparado con otros colposcopios. Las pruebas ya se hacen en seis países diferentes.