SpaceX logra exitosa última prueba antes del lanzamiento de astronautas de la NASA

Evento fue la expulsión de emergencia de astronautas de un cohete momentos después del lanzamiento, se realizó en un lanzamiento no tripulado, pero demostró que el sistema funcionó bien

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Cabo Cañaveral, Florida. SpaceX logró simular con éxito este domingo la expulsión de emergencia de astronautas de un cohete momentos después del lanzamiento, según una transmisión en vivo de la prueba, la última antes del envío programado en unos meses de un equipo de la Nasa a la Estación Espacial Internacional (EEI).

El lanzamiento de prueba, sin nadie a bordo, comenzó a las 10:30 a. m. en el Centro Espacial Kennedy en Florida con el despegue de un cohete Falcon 9, en la parte superior de la cual se adjuntó la nueva cápsula de SpaceX, Crew Dragon.

Un minuto y 24 segundos después del despegue, a una altitud de aproximadamente 19 kilómetros sobre el Atlántico y mientras el cohete viajaba a 1.500 km/h, se activó una secuencia de abandono para simular una anomalía. La cápsula encendió sus poderosos propulsores SuperDraco para expulsarlos del cohete y distanciarse de él lo más rápido posible.

En una misión tripulada, esto salvaría a los astronautas dentro de Dragon, en caso de que el cohete alguna vez tenga un problema o siga una mala trayectoria.

Poco después de la brusca separación, el cohete se desintegró en una gran bola de fuego, algo que SpaceX había advertido.

Crew Dragon continuó, solo, su curso hacia el cielo hasta unos 40 km de altitud, antes de caer naturalmente hacia el Océano Atlántico.

Luego, los cuatro grandes paracaídas de la cápsula se abrieron para frenar la caída y amerizar en el Atlántico, donde los equipos de rescate habían sido posicionados previamente. Nueve minutos después del despegue, Crew Dragon amerizó, aparentemente sin daños.

El análisis de la cápsula y los datos de vuelo confirmarán si todo salió bien y si el vehículo se considera confiable para transportar astronautas.

El desarrollo aparentemente normal de esta prueba peligrosa es una gran noticia para SpaceX y para la NASA, que necesita certificar urgentemente un vehículo para transportar a sus astronautas a la EEI este año.

Desde 2011, Estados Unidos se ha visto obligado a que sus astronautas viajen en los cohetes rusos Soyuz, los únicos que tienen esta capacidad desde la retirada de los transbordadores estadounidenses.