La sonda Juno de la NASA se acercó este domingo a 4.150 kilómetros de Júpiter, una de las distancias más cortas logradas hasta el momento en la investigación del espacio. Esta sonda orbita al gigante del sistema solar a una velocidad de 57,8 kilómetros por segundo.
De esta forma, Juno recolectará más información acerca del origen del planeta, su estructura y su atmósfera, entre otros datos.
“Es la primera vez que planeamos operar al máximo la capacidad de Juno para investigar la estructura interna del campo gravitacional de Júpiter”, manifestó Scott Bolton, principal investigador de la misión.
“Estamos buscando ver qué nos puede decir la gravedad sobre el pasado y el futuro de este planeta”, agregó.
La misión. En este recorrido, Juno utilizó siete de sus ocho instrumentos. Los científicos no usaron el mapeador infrarrojo auroral –que analiza las presiones atmosféricas más superficiales del planeta– pues debe actualizar su software (se prevé que esté lista para febrero).
Se tenía previsto un ajuste al motor principal para Navidad, pero decidieron aplazarlo para para estudiar primero el funcionamiento de unas válvulas que podrían presentar problemas.
“Tenemos de momento una estructura que está llevando a cabo la misión de una forma admirable”, comentó Rick Nybakken, encargado del proyecto de Juno.
“No queremos añadir riesgos innecesarios, por lo que preferimos avanzar lentamente”, añadió el especialista.
La misión de Juno comenzó el 5 de agosto de 2011 y llegó a la órbita de Júpiter el 4 de julio de 2016. Esta sonda demora 53,4 días (cerca de 53 días y 10 horas) en dar una vuelta completa alrededor del planeta gigante.
Juno le debe su nombre a la mitología romana. Juno era la esposa del dios Júpiter. La mitología cuenta que Júpiter puso un velo de nubes entre sí para esconderse de su esposa y de su amante, pero Juno logró penetrar las nubes y descubrir la verdadera naturaleza de Júpiter.