Washington. AFP. Las investigaciones médicas, que consisten en realizar pruebas en animales de terapias dirigidas a tratar enfermedades mentales humanas, suelen ser sesgadas y, por ello, ofrecen resultados positivos que no se confirman en el ser humano, reveló un estudio publicado el martes anterior.
Los resultados de esta investigación, realizada por John Ioannidis y sus colegas de la Universidad de Stanford, permiten explicar por qué muchos tratamientos en apariencia eficaces en los animales no funcionan en las personas.
Los autores de los trabajos examinaron 160 publicaciones vinculadas a 1.411 investigaciones llevadas a cabo en más de 4.000 animales relacionadas a las enfermedades de Parkinson, Alzheimer y la esclerosis múltiple, entre otras.
Solo ocho estudios obtuvieron resultados significativos, y solo dos de estos permitieron arrojar resultados convincentes en relación con pruebas realizadas luego en humanos, según los autores del trabajo.
Las demás investigaciones eran sesgadas por muchos problemas: un estudio mal enfocado, muestras demasiado pequeñas, o publicaciones de trabajos que solo presentan resultados positivos.
“La literatura vinculada a estudios sobre enfermedades neurológicas es probablemente muy parcial”, destaca esta nueva investigación publicada en la revista PLoS Biology.
“Resultados sesgados por experiencias en animales pueden llevar a probar clínicamente sustancias ineficientes, e incluso nocivas, que exponen a los pacientes a riesgos inútiles y hacen desperdiciar el dinero destinado a la investigación”, agregan los autores.
“Una explicación de este fracaso se atribuye a las diferencias biológicas y fisiológicas entre animales y humanos, pero fallas en los estudios o las publicaciones también pueden explicar estos errores”, añaden los investigadores.
Los analistas prefieren publicar sus trabajos en revistas científicas prestigiosas, pero estas tienden a destacar aquellos con resultados positivos, lo que también permitiría explicar por qué muchos de los resultados son sesgados.
Los investigadores de Stanford proponen soluciones para mejorar la situación, como establecer barreras más estrictas a la hora de llevar a cabo los estudios y analizar los resultados; además de registrar con anticipación las pruebas que se vayan a llevar a cabo en animales para que sus resultados sean publicados, sean positivos o no, y publicar los resultados brutos de investigaciones para que otros científicos puedan, a su vez ,verificarlos.