Presidente de community college: ‘No se trata de que los jóvenes acumulen títulos, si no de que ganen las habilidades necesarias’

Roger Ramsammy es el presidente del Hudson Valley Community College, Estados Unidos. Estuvo de recorrido por zonas rurales de Guanacaste y San Carlos para ver las formas de abrir oportunidades para los jóvenes de estas zonas

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Su historia de vida lo marcó para llevarles educación y destrezas a jóvenes en pobreza y que estos puedan conseguir trabajo. Hoy, Roger Ransammy está a la cabeza de una organización que busca darles oportunidades a las minorías. Y la organización que representa pretende abrir puertas en zonas rurales de Costa Rica; el punto de partida es Guanacaste y San Carlos.

Ramsammy conoce las necesidades de la pobreza en zona rural. Nació con pocas posibilidades económicas en un pueblo en Trinidad y Tobago. Vivió en refugios y trabajó vendiendo periódicos desde los ocho años para así ayudar a la manutención de su hogar y mejorar las posibilidades de su familia.

Pero esas posibilidades vinieron de forma inesperada. De las pocas oportunidades que había en dicho país caribeño para sobrevivir era el deporte. Ramsammy destacaba en el fútbol al punto de llegar a una selección nacional y viajar a Londres. De regreso, pasó por Washignton D. C., Estados Unidos, y como la visa le permitía quedarse seis meses, lo hizo. Y ahí tuvo su primer contacto con las universidades.

“Me dije que iba a volver para entrar a la universidad. Yo pensaba que era tan sencillo como llegar, presentarme y ya, pero la realidad fue muy diferente", comentó el especialista.

“Fueron los community colleges los que me abrieron la puerta”, recalcó.

Los Community Colleges son una opción de educación superior que, a diferencia de una universidad, solamente dan los primeros dos años de estudios, y se les entrega un título básico llamado Asociate Degree (“asociado”). Después de eso el estudiante tiene camino avanzado para ingresar a una universidad en ese país o conseguir un trabajo.

Eso llevó a Ramsammy a la Universidad, pero no fue fácil.

“Conseguí una beca de los Institutos Nacionales de Salud para estudiar medicina. La beca me cubría la educación, pero nada más: ni la comida, ni dónde dormir, pero siempre hubo gente que me ayudó: que me dejaban dormir en aulas, en bibliotecas, que me ayudaban con trabajos temporales para comer, o que me dijeran ‘puede bañarse en este gimnasio’”, recordó.

Al conseguir trabajo, pudo escoger entre ir a la Clínica Mayo como médico o también estaba la posibilidad de quedarse en la educación y apoyar a los community colleges.

“No fue difícil escoger este segundo camino. Quería retrubuir lo que recibí y ayudarles a muchísimos jóvenes que de otra forma no tendrían posibilidades por su pobreza y estado de exclusión”, aseveró Ramsammy a La Nación.

Hoy, él es el presidente del Hudson Valley Community College en Nueva York. Esta semana encabezó una delegación que vino a Costa Rica a visitar zonas rurales de Guanacaste en Liberia, Carrillo, Tilarán y Cañas; también estuvo en La Fortuna y Ciudad Quesada en San Carlos y generar posibilidades de trabajo conjunto.

No solo hubo reuniones con líderes comunales, también con pesoneros de zonas francas, de la Universidad Isaac Newton en Liberia, de la Universidad Invenio en Guanacaste, del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), de la Universidad de Iberoamérica (Unibe), de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (CINDE), de la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer) y de la Cámara de Industrias.

La Nación conversó con él posterior a su visita. Este es un extracto de lo que dijo.

- ¿Cuál es el objetivo de su visita?

El objetivo nuestro, tanto en Estados Unidos como en cada país que visitamos, es acabar con la pobreza. Son muchísimas las personas brillantes que por falta de oportunidades continúan en la pobreza. Necesitamos atacar eso desde que son muy jóvenes para que no sigan en ese círculo, que los jóvenes puedan salir de esa situación, apoyar a sus familias y que las siguientes generaciones no sigan por ese camino.

Hudson Valley tiene la infraestructura para apoyar las necesidades en las diferentes reuniones y el conocimiento y experiencia de cómo lograrlo.

- ¿Cómo se logra?

Se trata de conocer las necesidades de cada zona y ver las necesidades que también tienen las familias en cada necesidad, y ver cómo, al llenar las necesidades que hay en el mercado se puede impactar de forma positiva en la vida de los jóvenes y de cada familia.

El enfoque no es en darles títulos a los muchachos. Nada hacemos dándole herramientas en áreas donde no serán necesarias. Los podemos llenar de títulos y años de esfuerzo y tal vez no consigan trabajo. No se trata de que los jóvenes acumulen títulos, si no de que ganen las habilidades necesarias y que estas habilidades los lleven a tener un buen trabajo remunerado y con ello se llenen las necesidades que tiene el sector productivo y comercial de la zona.

- ¿Qué historias de éxito han trazado en estos años?

Son muchos los casos, con solo decir que entre 2012 y 2016 más de 40.000 jóvenes –solo en Estados Unidos, sin mencionar las ayudas en otros países– estaban listos para entrar al mercado laboral mientras seguían estudiando.

Por ejemplo, en una de las ciudades en las que hemos estado hay muchos niños y jóvenes, en su mayoría provenientes de Centroamérica, que eran forzados a salir de la educación para trabajar y poder ayudar a la manutención del hogar.

Los contactamos a través de sus padres y les explicamos a las familias que podríamos becarlos y darles seguridad y alimentación si fuera necesario para que ellos pudieran obtener el diploma de colegio y a la vez ganar habilidades y destrezas técnicas, y así obtener un diploma adjunto que les permitiera conseguir empleo.

Trabajamos con los gobiernos locales y los empleadores y capacitamos a los jóvenes según las necesidades del mercado. Cuatro años después, los jóvenes comenzaron a salir al mercado con salarios que jamás hubieran imaginado y esto impulsó a los muchachos a continuar hacia grados de educación superior, en por ejemplo, la Universidad de Albany (también en el estado de Nueva York).

- Y eso es justamente lo que buscan en Costa Rica

Buscamos darles oportunidad a todos esos jóvenes que por pobreza y por la lejanía de la ciudad no las tendrían de otra forma.

Es identificar las necesidades que tiene cada comunidad y capacitar a los muchachos para que estos puedan tener esos trabajos y ser mejor remunerados.

Por ejemplo, pudimos comprobar que el inglés es una gran necesidad. Podemos ofrecer cursos de inglés, incluso darlos de forma específica. No solo dar lo básico para que puedan comprender el idioma y darse a entender, sino también que tengan mayor especialidad en su área. Por ejemplo, si una empresa de plásticos necesita trabajadores que hablen inglés, capacitar a la gente para que no solo hable inglés si no que además tenga mayores conocimientos en los términos propios de una empresa como esa.

- ¿En cuánto tiempo pueden verse los resultados?

Depende de lo que cada comunidad o servicio necesite. Por ejemplo, hemos formado soldadores en cuatro semanas. El inglés sí es algo que toma más tiempo, pero hemos visto que pasan la prueba TOEFL (para demostrar conocimientos en inglés) en cuestión de seis meses.

Nosotros estamos con la disposición para apoyarlos, ya sea con capacitación, con equipo, con planeamiento, o llevando WiFi a comunidades que no lo tienen. Solo es que las comunidades y la industria nos indiquen qué necesitan y trabajarlo con ellos.