Si quiere saber si alguien es impulsivo, fíjese en sus ojos.
Es lo que dice un estudio publicado en The Journal of Neuroscience en el que se midió el movimiento ocular de las personas, a quienes se les dio a elegir entre pequeñas probabilidades de éxito inmediato y mejores probabilidades si esperaban más tiempo.
Los científicos del Instituto Johns Hopkins vieron que las personas que son menos pacientes tienden a mover los ojos con mayor velocidad.
Trabajos anteriores de estos científicos habían demostrado que, en principio, la velocidad a la que la gente se mueve podría ser un reflejo de la forma en que el cerebro calcula el paso del tiempo para estimar el valor de una recompensa.
“Nuestra hipótesis es que puede haber un vínculo fundamental entre la forma en que el sistema nervioso evalúa el tiempo y la recompensa, el control de los movimientos y la toma de decisiones”, dijo el investigador principal Reza Shadmehr en el sitio del instituto.
En su opinión, entender mejor cómo el cerebro humano evalúa el momento de toma de decisiones ayudar a entender por qué el mal funcionamiento del cerebro hace que la toma de decisiones sea más difícil para las personas con trastornos neurológicos como la esquizofrenia, o para aquellos que han sufrido lesiones cerebrales.