Joven que logró nota perfecta en el Tec, también obtuvo el mejor promedio de bachillerato

César Argüello, del Colegio Científico de Alajuela, fue reconocido por el Ministerio de Educación Pública (MEP) tras alcanzar una nota general de 98,72 en las pruebas académicas.

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César Argüello Salas fue reconocido nuevamente por sus logros académicos, tras conseguir el mejor promedio en los exámenes de bachillerato de colegios académicos; la noticia llegó tres días después que se diera a conocer que el dedicado estudiante obtuvo el mayor puntaje en el examen de admisión del Tecnológico de Costa Rica (Tec).

El vecino de El Roble de Alajuela y estudiante del Colegio Científico de Alajuela, consiguió una nota promedio de 98,72 en las seis asignaturas que fueron evaluadas por el Ministerio de Educación Pública (MEP).

Para el estudiante este reconocimiento es “un nuevo orgullo y una gran felicidad, saber que todo ese esfuerzo que he realizado durante todos esos años ha valido la pena".

Argüello ya tiene un cupo asegurado en el Tec, en caso de que desee asistir, tras obtener los 800 puntos de 800 posibles en la prueba de ingreso a ese centro universitario. La ingeniería en mecatrónica y la robótica son las carreras de esta casa de estudios que llaman la atención del joven.

Sin embargo, el alajuelense aún no ha tomado una decisión, ya que también realizó la prueba de admisión de la Universidad de Costa Rica (UCR) y se encuentra a la espera de que se den a conocer los resultados. Incluso no descarta cursar ahí la carrera de ingeniería eléctrica.

Si bien estaba previsto que este 27 de noviembre se anunciaran resultados de la prueba de aptitud de la UCR, el centro universitario decidió aplazar la divulgación de esta información, a una fecha aún pendiente por definir.

La medida se tomó debido a la huelga de maestros contra la reforma fiscal, que retrasó la entrega a la UCR de la nota de presentación de cada estudiante (promedio de las notas de cuarto y quinto año de colegio), la cual representa el 50% de la calificación para ingresar a esta casa de estudios.

El otro 50% es el puntaje obtenido en la Prueba de Aptitud Académica.

“Todavía tengo esa opción, porque el Tec me está dando una excelente oferta, pero también hay que ver cómo me fue en la UCR y qué me ofrecen allá”, dijo el joven.

Más allá de las calificaciones

A sus 17 años, reconoce que todavía no tiene muy claro lo que quiere hacer profesionalmente, pero sí espera que adonde sea que lo lleve la vida, se convierta en “alguien exitoso, que realice algo beneficioso y con algún aporte para Costa Rica, o la humanidad incluso”.

Pero no todo es estudio para Argüello. En su tiempo libre el muchacho disfruta hacer las mismas cosas que la mayoría de jóvenes de su edad, como estar con sus amigos, ver televisión y dedicarse a otra de sus pasiones: la música, razón por la cual decidió aprender a tocar el piano.

El joven reconoce que debido a su timidez, la atención recibida durante los últimos días ha sido todo un reto para él: “me han sacado de mi zona de confort”.

Por ello, agradeció el respaldo de sus padres, quienes le han ayudado a sobrellevar este momento abrumador, así como estuvieron a su lado durante todos los años de estudio.

Particularmente destaca la cercana conexión que tiene con su padre, a quien considera “un ejemplo a seguir, una excelente persona, a quien siempre he admirado por sus logros y el gran padre que es”.

Secretos del éxito

Marcelo Argüello asegura que junto con su esposa, Kattia Salas, han tratado de ser muy unidos y respetuosos en el proceso de crianza y formación de su hijo César.

“Lo primero es ser ejemplo, más que ser exigente. Nosotros también como padres nos exigimos en mejorar, en estar haciendo cambios, incluso a no temer a renunciar a un trabajo para tener tiempo para hacer cosas más valiosas, que no necesariamente tienen que ver con plata”, expresó.

“Cuando ellos (los hijos) lo ven a uno leer o resolviendo situaciones, ese ratito, ellos captan el mensaje mejor que tener a un padre exigente ahí a la par, pidiendo resultados. También, es un acompañamiento, hay que dejarlos que cometan errores, pero hay que estar ahí para aprender de los fracasos y poder recuperarse”, agregó.

La pareja se enfoca en que su hijo pueda estudiar lo que le guste y lo que lo haga feliz, para alcanzar la realización tanto en el ámbito personal como profesional.

“En algún momento tuvimos que conversar con él cuando estaba por entrar al colegio científico y uno de los mensajes aquí en la casa fue que no queremos un robot, queremos una persona integral, feliz; que tenga sus amigos, sus espacios para su propia realización personal, y no solamente alguien dedicado a resultados, y vieras que eso lo tomó muy bien”, señaló.