Pekín. Ocho años después de dejar la Policía, Ma Baoli dirige la mayor aplicación de citas para homosexuales de China, que cuenta con 58 millones de usuarios y ya cotiza en la bolsa de Nueva York.
Desde su sede de Pekín, con grandes ventanales al estilo Silicon Valley, el antiguo oficial recuerda lo que escribían los sitios chinos que consultaba en el año 2000: los gays son pervertidos o, en el mejor de los casos, enfermos que deben recibir tratamiento.
“Me sentí muy solo después de haber tomado conciencia de mi orientación sexual”, cuenta a la AFP el empresario, de 43 años, quien en aquella época era policía en una pequeña ciudad costera del norte de China.
Hoy, exhibe orgullosamente en su oficina fotos de él en compañía de grandes personalidades, como el primer ministro chino Li Keqiang.
Mientras tanto, sus jóvenes empleados vigilan en pantallas la presencia de errores que podrían afectar a la aplicación Blued.
La casa matriz de Blued, BlueCity, entró en la bolsa de Nueva York el pasado mes de julio, recaudando $85 millones. Un éxito sorprendente para una empresa de un país considerado socialmente conservador.
BlueCity todavía no ha obtenido ningún beneficio, aunque la inscripción a Blued es paga desde 2016, año en que también apareció la publicidad.
La aplicación compite con la estadounidense Grindr. Esta última, comprada en el 2016 por un grupo chino, tuvo que ser revendida desde entonces a intereses de Estados Unidos tras la intervención de Washington, que temía que los abonados pudieran ser víctimas de chantaje.
Aventura
La aventura de Ma Baoli comenzó con un blog a principios de los años 2000, Danlan.org. El joven policía se encargaba de él, bajo un seudónimo, cuando no estaba de servicio. En aquella época, los homosexuales no tenían lugares de encuentro en China.
“La gente se daba cita escribiendo en las paredes de los baños”, cuenta.
”Todos tenían miedo de ser descubiertos. Pensé en abrir una página web para decirle a la gente como yo que no son seres inferiores, que no hay razón para pensar en el suicidio”, recuerda Ma, quien en ese momento estaba casado.
Poco a poco, su blog se convirtió en un foro popular entre la comunidad LGBT, con artículos, consejos y relatos.
Con el interés de los medios de comunicación, la vida paralela del exoficial finalmente salió a la luz y Ma Baoli dejó las fuerzas del orden en el 2012 para lanzar Blued ese mismo año.
La aplicación presenta en un menú desplegable donde aparecen fotos de los usuarios presentes en las cercanías.
En la actualidad, tiene más de 58 millones de suscriptores, la gran mayoría en China, pero también en países como India, Corea del Sur o Tailandia.
Continuando con su ascenso, este año el grupo adquirió en China una red social lesbiana, Lesdo, así como una aplicación gay competidora, Finka.
Ma Baoli cree que su iniciativa ha permitido mejorar la imagen de la homosexualidad en China, que recién en 2001 fue excluida de la lista de enfermedades mentales del país.
Sin embargo, la comunidad LGBT se queja de que sigue siendo una población que se enfrenta a la censura y a restricciones.
Hábil, BlueCity evita los temas que molestarían al régimen comunista y se centra sobre todo en las cuestiones de salud.