El presidente de Burkina Faso, Roch Marc Christian Kaboré, derrocado el lunes por un golpe militar , se encuentra "bien físicamente", de acuerdo a un miembro destacado de su partido político, quien narró las circunstancias en que se vio obligado a abandonar el poder.
"El presidente Kaboré se encuentra bien físicamente, pero no puedo decirles nada respecto a su estado de ánimo (...). Y cuenta con un médico a su disposición", señaló este miércoles a la AFP un destacado dirigente del Movimiento del Pueblo para el Progreso (MPP).
Kaboré continúa "aún en manos del ejército, pero no en un campo militar, sino en una residencia presidencial bajo arresto domiciliario", y cuenta con "acceso a su teléfono móvil, bajo estricta vigilancia de su captores, por supuesto", prosiguió.
"En efecto fue él quien escribió la carta de renuncia difundida por la televisión nacional, pero no puedo decir bajo qué circunstancias lo hizo", añadió la misma fuente.
Después, relató los hechos acaecidos antes de que escribiera la carta de dimisión.
"No fue detenido en las primeras horas" del amotinamiento militar: "su residencia privada fue cercada, por lo que su guardia personal tuvo que aplicar una estrategia para poder evacuarlo en un vehículo sin identificación para llevarlo a lugar seguro", explicó, entre otras cosas, la fuente.
Poco antes de que se anunciara el golpe, en momentos que el destino de Kaboré no estaba claro, el lunes, tras dos días de motín en los cuarteles, el MPP denunció mediante un comunicado que hubo "un intento de asesinato frustrado" contra el presidente.
Roch Marc Christian Kaboré fue derribado por militares liderados por un teniente coronel, Paul-Henri Sandaogo Damiba, quien preside una junta autodenominada Movimiento Patriótico para la Salvaguarda y Restauración (MPSR), que asumió el poder en este país africano, muy afectado por la violencia yihadista.
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