El gigante estadounidense Uber está siendo investigado desde el 2015 en Francia por “trabajo disimulado”, a raíz de las condiciones de empleo de sus conductores, indicaron este miércoles 8 de diciembre, a la AFP, una fuente próxima al caso y la fiscalía de París.
La investigación, abierta en 2015 pero "dormida" durante mucho tiempo, según la fuente próxima al caso, fue reactivada en 2020 tras una denuncia presentada ante la Urssaf, la institución encargada de cubrir las cotizaciones sociales.
Esa institución y la Oficina Central de Lucha contra el Trabajo Ilegal se están encargando de la investigación.
La AFP intentó obtener declaraciones de la Urssaf, en vano.
Según la fuente, la investigación, aún incipiente, trata sobre hechos que habrían acontecido desde 2015 a la actualidad.
No se ha efectuado ningún allanamiento de momento, pero se han solicitado documentos a Uber, una empresa estadounidense especializada en la reserva de vehículos con conductor.
Se ha contemplado interrogar a "decenas" de conductores de Uber "para conocer sus condiciones de empleo y de contratación", añadió la fuente.
El estatus de autónomo de los conductores de Uber o de los repartidores de comida a domicilio de la plataforma “Deliveroo” está siendo investigado o puesto en entredicho en varios países. En algunas ocasiones, se han aprobado leyes para forzar a los gigantes del sector a proponer soluciones.
Así, en Holanda, un tribunal falló en setiembre que los conductores de Uber son empleados de la empresa, ligados a ella por un contrato laboral, y no autónomos, lo que supuso un duro golpe para la compañía norteamericana.
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