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Los refugiados etíopes, que huyeron de los combates en la región de Tigré, se reunieron en un centro de recepción fronterizo, en el estado de Gedaref, en el este de Sudán, el 29 de noviembre del 2020. Foto: AFP (ASHRAF SHAZLY/AFP)
Tigré. Varios cohetes fueron lanzados en las últimas horas contra Asmara, capital de Eritrea, desde la vecina región disidente del Tigré, en Etiopía, donde las fuerzas gubernamentales aseguran haber tomado el control el sábado.
El domingo por la mañana aún no se podía verificar de forma independiente si la ciudad de Mekele, capital de Tigré, estaba totalmente bajo el control del Ejército federal de Etiopía, cuyo vocero, Mohamed Tesema, dijo a la AFP que las operaciones allí iban “muy bien”.
Con una población de 500.000 habitantes antes del comienzo del conflicto, Mekele es también el bastión de los dirigentes del Frente de Liberación del Pueblo de Tigré (TPLF), contra los que el gobierno etíope lleva a cabo una operación militar desde el 4 de noviembre para sustituirlos -según dijo- “instituciones legítimas”.
La caída de la capital regional fue uno de los principales objetivos de la “última fase” de la intervención militar, que también incluye el arresto de los líderes de Tigré, ahora “expulsados” por el ejército.
Sin embargo, el sábado por la noche se dispararon desde Tigré una serie de cohetes contra la capital de Eritrea, un país vecino en conflicto con el TPLF, dijeron el domingo fuentes diplomáticas.
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“Hacia las 10:13 p.m. del 28 de noviembre hubo seis explosiones en Asmara”, indicó en su web la Embajada de Estados Unidos en Eritrea.
Dos diplomáticos con sede en Adís Abeba dijeron a la AFP que varios cohetes lanzados el sábado por la noche habían apuntado a la capital eritrea, a unos 130 km al norte de Tigré, aparentemente contra el aeropuerto y las instalaciones militares. No hay información sobre bajas o daños.
Se trata de la tercera vez que Asmara ha sido blanco de cohetes disparados desde Tigré, tras ser atacada el viernes por la noche y a mediados de noviembre.
El TPLF revindicó la responsabilidad del primer disparo, acusando a Eritrea de ayudar al ejército etíope, pero no hizo comentarios sobre los dos siguientes. Ni Etiopía ni Eritrea reaccionaron.
Reconstruir Tigré
El sábado, las autoridades de Tigré afirmaron en la televisión local que “fuego de armas pesadas” estaba alcanzando a Mekele, una información confirmada a la AFP por dos responsables humanitarios.
Unas horas más tarde, el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, dijo en Twitter que el Ejército se había apoderado de Mekele y que “había llevado a cabo y completado operaciones militares” en la región.
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Abiy Ahmed, ganador del premio Nobel de la Paz y ahora señor de la guerra, también dijo en un comunicado el sábado que el ejército había tomado el control de la administración regional y estaba “llevando a cabo la operación con la precisión y el cuidado necesarios (...) para garantizar que los civiles no sean blanco de ataques”.
“Ahora tenemos ante nosotros la tarea crítica de reconstruir lo que ha sido destruido, reparar lo que ha sido dañado, traer de vuelta a los que huyeron, con el retorno a la normalidad para la gente de la región de Tigré como nuestra principal prioridad”, escribió el primer ministro.
La comunidad internacional está preocupada desde el principio del conflicto por posibles “crímenes de guerra” en Etiopía y ha tratado, sin éxito, presionar a Abiy Ahmed para que acepte la mediación.
Hasta ahora no se dispone de información precisa sobre el conflicto pero se cree que varios miles de personas han muerto en los combates, mientras que más de 43.000 etíopes han huido al vecino Sudán.
