Esta vez quise “pasear cerquita”. De esos paseos cortos y rápidos perfectos para despejarse y recargar baterías. Por su cercanía con San José, a tan solo 1 hora y media en carro, playa Hermosa es un lugar ideal para eso; sin olvidar que su atractivo natural le hace inmejorable honor a su nombre, por lo tanto es fácil relajarse y disfrutar.
Salimos a las 6 p.m. esperando llegar a las 7:30, quizás a las 8 por la“hora pico”. Un consejo: no utilicen la Ruta 27 un día que haya un evento masivo en sus inmediaciones. Sin tomarlo en cuenta, comenzamos nuestro camino al mismo tiempo que cientos de personas se dirigían al espectáculo del Circo del Sol y eso sumó casi dos horas a nuestro viaje. Terminamos llegando a las 9:30 p.m.
A esa hora pensamos que lo mejor era ir directo al hotel, especialmente porque el plan era regresar a San José al día siguiente y queríamos aprovechar bien la mañana. Esta vez me acompañaron, además de mi esposa y mi hija, mi papá y su esposa. Para estos paseos en grupo nada como hospedarse en un lugar tipo cabinas o villas, por eso nos quedamos en el Hotel Marea Brava. Es un hotel que además de estar frente a la playa, ofrece mini-apartamentos hasta para 6 personas con 2 cuartos, sala, comedor y cocina, totalmente equipados. Así que esa noche cocinamos unas hamburguesas y nos acostamos a dormir.
Un día clásico de verano
Este mes siempre me ha parecido perfecto para pasear, pues en la pura mitad del verano, esa perfecta combinación entre sol y brisa está casi garantizada. Así amaneció, fue un sábado caluroso pero fresco. Fuimos primero a desayunar, encontramos un lugar a unos 500 metros del hotel que es un referente de la zona. Recibió su nombre en honor a un querido perro que murió atropellado hace unos 5 años frente al restaurante. Por esta razón, además de su nombre Bowie, sus paredes tienen pinturas en honor a él.
Algo que hay que tomar en cuenta es que en playa Hermosa, al menos en el tema de comidas, me parece que los precios son más altos que otras playas. Por ejemplo, para desayunar hay que presupuestar al menos ¢5.000 por persona y si hablamos de almorzar unos ¢8.000. Considerando que se trate de un paseo familiar podría volverse bastante caro, de manera que es buena idea quedarse en un lugar equipado para cocinar y así ahorrar un poco.
Ya habiendo desayunado volvimos al hotel a disfrutar de la piscina. En el hotel no hay servicio de restaurante, por lo que una recomendación sería contar al menos con un servicio de bebidas, por si se antoja tomar algo al lado de la piscina. En cualquier caso, todo lo relacionado con la alimentación hay que comprarlo previamente.
Pero bueno, obviamente falta algo en este paseo. Ya cerca del medio día fuimos a la playa. Playa Hermosa siempre ha sido un lugar muy popular, pero por alguna razón no constantemente tan concurrida. El personal del hotel nos contó que suele estar lleno, especialmente en estos meses, sin embargo eso no se refleja en la cantidad de personas en la playa. Eso sí, la situación cambia cuando hay eventos masivos como campeonatos de surf, actividad que se practica mucho en playa Hermosa, pues según los expertos en el tema, sus olas son perfectas para esto. Siempre que hay algún torneo la playa se llena mucho, muchísimo.
Pero no fue el caso ese día, había muy poca gente y esto la convierte en un destino justo para quienes buscan tranquilidad y descanso. Esto combinado con un paisaje exhuberante y un agua entre celeste y turqueza hacen que el rato se disfrute al máximo. Hubiésemos querido quedarnos un poco más, sin embargo ya nos tocaba volver. Precisamente esa era la idea, probar un destino que se pudiera recomendar para una escapadita rápida. Muchas veces tenemos poco tiempo y pensamos: ¿valdrá la pena ir a la playa ida y vuelta? En ese caso yo digo: sí, si es a playa Hermosa.
El paseo en fotos
Fotos del hotel
¿Qué le pareció este paseo? Si tiene alguna sugerencia de un lugar que le gustaría que visitemos, escríbame: steven.acosta@nacion.com