Con esta comida callejera, quien peca y peca gana: es saludable, sabrosa y barata

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A nadie le gusta perder o empatar. Todos somos ganadores y por ello buscamos comida de campeones.

“Quien peca y reza, empata” lo he escuchado muy a menudo para permitirse un gusto (pecado) con el fin de enmendarlo en el futuro con una buena acción (rezar). Una forma de aprobar lo socialmente prohibido.

Luego de ir a comer a B–Eats Food and Music puedo atreverme a considerar un nuevo dicho: “quien peca y peca, gana”. Gana bienestar, satisfacción, energía y nutrientes. A continuación un video:

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Mi compañera Rocío Nieves estará muy agradecida con esta recomendación culinaria donde se incluyen hamburguesas, pitas, wraps, bowls, papas en gajos, elotes asados, croquetas de falafel y helados caseros.

Ella, al igual que mucha gente, trata de cuidarse con lo que come. También, es tanto el ejercicio que practica que en no más de un año la veremos competir por los primeros lugares en ultramaratones de montaña.

Cuando va de visita a Cartago, proveniente de San José, ella acostumbra desplazarse como una cabra en los cientos de trillos que ofrecen Prusia, Llano Grande, El Guarco, Orosi, Cachí, Turrialba y más. Se le ve feliz y con mucha energía.

Por conocimiento de causa y datos de un reloj, recuerdo —allá por los inicios de esta década— ‘quemar’ unas 8.000 calorías, luego de más de seis horas corriendo por el cerro de la Muerte.

Después de semejantes esfuerzos físicos: ¡qué mejor premio entonces que una hamburguesa!

Sin embargo, al finalizar esas carreras, ella ha devorado una que otra de ellas, alguna empanada por ahí y una cerveza regalada por allá. En esos momentos, su remordimiento está latente.

¡Claro! El premio acoge a personas que no nos ejercitamos físicamente tanto como Rocío, pero que sí lo hacemos mentalmente en una oficina.

A ella nada la atrasa: necesita recuperar energía comiéndose una vaca o una huerta, para dicha de carnívoros o veganos, respectivamente. Aunque el hecho de ser deportista no da el derecho de comer por gula.

A las personas que visualizamos una larga vida nos atrasa un poco el “¡Hay que cuidarse!”.

Y para comer rico, saludable y a buen precio está “B-eats” (cómo les mostré en el video) el paraíso de la comida callejera con el toque único de su menú, planeado entre una nutricionista y un chef, por lo que salpican los sabores y florecen los intercambios nutricionales.

¿Intercambios qué? ¡Sí! Háganse la idea que los platillos con comida son como equipos de fútbol bajo una formación defensiva del catenaccio (cerrojo) italiano de 1-5-2-1-2 (1 portero, 5 defensas, 2 volantes, 1 creativo y 2 delanteros).

Con esta oferta gastronómica sucede parecido.

Un símbolo de muslito de pollo significa ‘proteína’. Un pequeño recipiente de vidrio (como el usado para vinagre balsámico) se refiere a ‘grasa’. Dos óvalos con forma de papas dan a entender que son ‘carbohidratos’. Y, finalmente, un dibujito de hojas representa los ‘vegetales’.

Al pasar su mirada por el menú, el comensal puede ver que la hamburguesa vegana contiene más proteína que la opción con torta de carne. ¿Cómo es eso?

La primera se detalla así: una torta de falafel, queso mozzarella (opcional), lechuga, kale, tomate y salsa tahini. Una ‘alineación’ de 5-8-5-1 (5 proteínas, 8 grasas, 5 carbos y 1 vegetal).

La segunda se resume en un cuarto de libra de una jugosa torta de carne de res, tocineta, queso mozzarella con albahaca, lechuga, cebolla morada caramelizada en reducción de vino tinto, pepinillos y salsa de piña con chile panameño para un tremendo catenaccio de 4-10-4-1 (4 proteínas, 10 grasas, 4 carbos y 1 vegetal).

Al igual que en el catenaccio italiano, este sistema (culinario) podrá ser criticado por quienes prefieran algo más ‘rápido’.

Sin embargo, su similitud radica en que son unos campeones al mezclar sabores y ambientar el restaurante con buena música.

Este equipo integrado por los socios Steven Valverde, Franciny Solano y José Ulloa invitan a los comensales a vivir una experiencia sabrosa y sin remordimientos.

Para cerrar con broche de oro, ellos ponen como opción las pajillas comestibles, con el fin de ni siquiera intentar ofrecer pajillas reciclables.

Los helados son muy buenos y producidos por la nutricionista María Sanabria, quién procura agregarles un vegetal. Probé uno y sabía a un refescante batido de frutas con apio o algo similar.

FIN.

En Instagram acostumbro subir fotos y videos relacionados con comida, árboles, animales, deportes y naturaleza. Algunas de ellas terminan convirtiéndose en publicaciones de este blog.

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