Cuando pienso en alguien que me haya inspirado en seguir corriendo, pienso en el ultra Scott Jurek, luego aparecen en mi cabeza nombres como Killian Jornet, Remigio Huamán, Sandra Mejía o Yiannis Kouros. Sin embargo el primero siempre será Jurek.
Cuando leí por primera vez Correr, comer, vivir, de Jurek, apenas corría 5 km diarios, y estaba como en un estado de bloqueo. Mi cuerpo se había acostumbrado a ese nivel de exigencia y nada me dolía. Sentía satisfacción al terminar de correr, pero al tiempo empecé a sentir que algo faltaba.
Encontrarme con este libro fue descubrir a un personaje que supera todos los límites que me había imaginado, sobre todo siendo vegano. Pero ¿quién es Jurek? Scott es un ultramaratonista estadounidense que ganó durante 8 años consecutivos la Western States 100, esa legendaria competencia de 160 km; es uno de los valientes que se enfrentó a la Badwater, la ultramaratón que atraviesa el Valle de la Muerte en Estados Unidos; corrió con los tarahumaras en el Cañón de Cobre, y aunque no ganó la primera vez, regreso por la revancha y triunfó.
Más allá de su esfuerzo físico, lo que más me impresiona de este corredor es el poder de su mente; pues avanzar por más de 17 o 20 horas puede acabar con el más fuerte.
Con Jurek, comencé a subir el kilometraje en mis fondos de fin de semana, primero 8 km, luego 10 km , después 15 km, 19 km , 21 km, 35 km, 40 km. Al principio me pegaba mucho a lo que mi reloj indicaba, ahora escucho a mi cuerpo, y voy midiendo “sensaciones”. Si la sensación me dice que siga, pues lo hago un poquito más. Y sigo avanzando.
Releer este libro (por tercera vez) me animó también a aprender a nadar bien. Lo confieso: la peores pesadillas que he tenido fueron en el mar; tengo esa sensación de ahogo, de que algo le hala hacia abajo. Debo controlar mis pensamientos cuando avanzo con cada patada y no dejar que la ansiedad inunde mis pulmones. Es duro pero “en ocasiones lo tienes que hacer y punto”. Por dicha siempre hay personas que me tienen toda la paciencia del mundo, y me ayudan a manejarme en el agua.
Cada entrenamiento es un reto, me emociona cuando las cosas se ponen rudas y debo de esforzarme un poco más, porque no solo mi cuerpo debe responder, a veces depende solo de mi mente. Entonces recuerdo que “el dolor solo duele”, lo complicado es no abandonar.
Así como empecé a correr más y ahora a nadar, también comencé a escribir este blog. La idea de escribir sobre lo que me apasiona siempre ha estado allí, pero por falta de tiempo (nunca de interés) lo fui postergando.
¿Qué quiero con este blog? Deseo contar historias; historias de personas que como usted o como yo que dieron ese saltito fuera de su zona de confort, que tuvieron la suerte de toparse con un libro, conocer a alguien que pudiera acompañarlos, o que lo hicieron por sí mismos.
Les recuerdo que pueden seguirme también en Instagram (@caviarderiofrio) para leer más historias.
Avisos parroquiales:
Colectivo Cuesta Arriba invita a un entrenamiento gratuito este sábado 1 de febrero en los Senderos Colón, a las 6:00 a.m. El Nivel es intermedio; y solo tienen que pagar el costo de la entrada (que es 3.000 colones).
El 9 de febero se llevará a cabo la 15.° Carrera Ecológica Dota Trail Running. Este evento se realiza en los senderos de Santa María de Dota. Conozca más detalles en el sitio web de la competencia.
Todos los miércoles, el grupo Locos x el Trail, realiza un entrenamiento nocturno en el cerro Tablazo en Higuito de San Miguel, Desamparados. Si se animan a ir, puede escribirle a Paulo Morales Ballestero para que les brinde más detalles.