El pasado martes 24 de setiembre fue un día histórico. Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, anunció una investigación formal de impeachment contra Donald Trump. Esto significa que el mandatario podría ser expulsado de su puesto antes de terminar su mandato. Y no podría buscar su ansiada reelección.
¿Qué hizo Trump para merecer esto?
Un oficial de Inteligencia de Estados Unidos llenó quejas formales contra Donald Trump por una llamada que este último sostuvo con Volodímir Zelenski, el presidente de Ucrania, el pasado 25 de julio.
Tras escuchar la llamada o tener acceso a su contenido, “muchas cosas” alertaron al agente de Inteligencia, cuya identidad está protegida, y por eso denunció a Trump.
Tras la noticia de las quejas formales, la Casa Blanca decidió publicar una versión de la transcripción de la llamada de Trump, en aras de mostrar transparencia. Esto pudo ser un disparo en el propio pie de Trump, porque una parte de la verdad salió a la luz (la transcripción difundida es de “notas y recolecciones” de la llamada; no es la llamada íntegra en sí).
Con lo publicado nos enteramos de que el presidente de Estados Unidos --con todo el poder que esto implica-- le pidió al presidente de Ucrania --con todo el poder que esto implica 2.0-- que investigue al precandidato presidencial demócrata Joe Biden y a su hijo por presunta corrupción. Se lo pidió como “un favor”. Y se lo pidió recordándole “todo lo que Estados Unidos ha hecho por Ucrania”.
La llamada telefónica duró unos 30 minutos. Zelenski le preguntó a Trump si Ucrania podía comprarle misiles Javelin antiaéreos a Washington, y Trump le respondió pidiéndole el favor.
El favor es que Zelenski trabaje con William Barr, el fiscal general de Estados Unidos, y con el abogado de Trump, Rudy Giuliani, para investigar al exvicepresidente Biden y a su hijo.
Zelenski respondió que tan pronto como designara a un fiscal para Ucrania, lo haría investigar a Biden.
La llamada ocurrió en julio, y no se sabe si el fiscal de Zelenski investigó o no a Biden.
¿Quién es el ‘soplón’ y de qué acusa a Trump?
Se trata de un alto funcionario público de Inteligencia, que tuvo (¿tiene?) acceso a las llamadas que realiza Donald Trump o bien al contenido de estas llamadas. Su identidad no ha trascendido y no se espera que lo haga. Trump ya lo está amenazando con cargos de “traición al país”.
El New York Times escribió que el ‘soplón’ es un “agente de la CIA a quien se le encargó tareas acerca de la Casa Blanca, y que ahora ha regresado a la CIA”.
Ojo: en el anterior escándalo político de Watergate, que sacó a Richard Nixon de la presidencia en 1974, el soplón apodado Deepthroat resultó ser el entonces codirector del FBI, Mark Felt. Su identidad se conoció 33 años más tarde.
En el documento que el denunciante anónimo llenó para denunciar Trump, se lee esto:
“He recibido información por parte de múltiples funcionarios del Gobierno de Estados Unidos de que el presidente está usando el poder de su oficina para solicitar interferencia de un país extranjero en las elecciones de 2020”.
El documento fue hecho público para consulta de todo mundo y es de 9 páginas. En él, el ‘soplón’ denuncia lo siguiente:
--Trump le pidió a su homólogo de Ucrania que investigue a Joe Biden, un rival político.
--La Casa Blanca presuntamente intentó desaparecer la llamada Trump-Zelenski.
--Trump habría ofrecido a Zelenski un encuentro para hablar de ayuda militar estadounidense para Ucrania, a cambio del ‘favor’ pedido al mandatario europeo (¿favor por favor?). Además, al tiempo que ocurría la llamada, Trump y la Casa Blanca retenían $400 millones en ayuda militar a Ucrania aprobados por el Congreso. Expertos hablan de chantaje, aunque no hay pruebas en la transcripción de que Zelenski estuviera al tanto de esta retención.
--Dos embajadores de Estados Unidos en Europa habrían tratado de minimizar los daños causados por esta llamada, trabajando junto al abogado de Trump; Rudy Giuliani.
La denuncia formal ha sido criticada por no mostrar pruebas corroboradas por otras personas y por contener información sustentada en datos que le dijeron al ‘soplón’, y no que él atestiguó de primera mano.
¿Qué es un impeachment?
Es un proceso político de destitución del presidente que únicamente se ha llevado a cabo tres veces en la larga historia democrática de Estados Unidos: en 1868 (Andrew Johnson), 1998 (Bill Clinton) y 2019 (Donald Trump).
Tanto en 1868 como en 1998 los procesos fueron aprobados por la Cámara de Representantes, pero fueron rechazados por el Senado.
En 1974, el presidente Richard Nixon renunció antes de que comenzara su proceso de impeachment. Es el único mandatario estadounidense que ha dimitido a su cargo.
Trump puede estar medianamente confiado en que el Senado, de mayoría republicana (su mismo partido), rechace su destitución.
El proceso va en tres partes:
1) La Cámara de Representantes investiga las acusaciones contra Trump con miras a un posible impeachment. El proceso puede terminar aquí o puede continuar, dependiendo de lo que encuentren. Seis comités legislativos conducirán las investigaciones.
2) Si encuentran que es necesario destituir al presidente, se recurre a una votación. Si en la votación de 435 representantes, 218 votan a favor del proceso (mayoría simple), se declara a Trump imputado o impeached.
3) El proceso pasa entonces al Senado, encargado de juzgar al imputado. La condena eventual de una destitución de Trump, tras escuchar a las partes implicadas, necesitaría dos tercios de los votos: 67 de 100 senadores. Si estos no se cumplen, el presidente continúa en su cargo. Si los votos a favor del impeachment llegan a 67, Trump sale de la Casa Blanca y el vicepresidente (Mike Pence) toma su lugar hasta enero de 2021.
En 2019 la Cámara de Representantes se divide así:
235 representantes demócratas
199 representantes republicanos
1 representante independiente
Y el Senado así:
53 senadores republicanos
45 senadores demócratas
2 senadores independientes
Los argumentos de defensa de Trump
Donald Trump reclama que el proceso de impeachment y las acusaciones realizadas por el informante anónimo son parte de una “cacería de brujas” en su contra. Acusa a los medios de comunicación como el New York Times y el Washington Post, y a sus rivales demócratas.
El presidente número 45 de Estados Unidos reclama que en la llamada a su homólogo Zelenski “no hubo presión” y que fue una plática “very nice” (agradable, apacible, bonita,etc).
Desde la Casa Blanca indican que durante la llamada “no hubo extorsión, no hubo crimen y no hubo traición”.
Aquí traducimos quizás el párrafo más crucial de la transcripción parcial de la llamada. Esto le dijo Trump a su homólogo Zelenski:
“Otra cosa; se está hablando mucho del hijo de Biden, que Biden detuvo la investigación (por presunta corrupción y nepotismo) y mucha gente quiere saber más al respecto, así que cualquier cosa que usted pueda hacer con el Fiscal General será grandioso. Biden ha estado fanfarroneando por haber detenido la investigación, así que si usted puede indagar en ello… El asunto suena horrible para mí”.
Quizás no hay extorsión en lo publicado de la llamada, pero es claramente una búsqueda de ayuda foránea para investigar a un rival político.
Trump busca información sobre negocios en Ucrania que habría sostenido Hunter Biden, hijo de Joe Biden, cuando este último era vicepresidente de Estados Unidos. Ambos, padre e hijo, tuvieron incidencia en negociaciones con ese país a partir de 2009, cuando Joe Biden quedó como vicepresidente. La investigación a los Biden sería por corrupción en el pasado. Pero sería sobre todo una estrategia de ataque en media campaña de reelección del rubio mandatario.
Ahora le tocará a las cámaras del Capitolio en Washington DC determinar si esto, el resto de la llamada y la denuncia del agente secreto son suficientes para quitar a Trump de la presidencia.
Por lo pronto, si leés bien el inglés, aquí está la transcripción de la Casa Blanca de la llamada.
Y aquí la denuncia del ‘soplón’.
¿Qué podemos esperar?
Un proceso complejo pero quizás no tan largo. Los demócratas, encabezados por Nancy Pelosi, prevén terminar las pesquisas en octubre. Es difícil adelantar si Trump tiene muchas o pocas posibilidades de ser destituido. Depende de a quién se le pregunte, porque en gran medida este escándalo es y será una lucha bipartidista. Republicanos contra Democráticas en media carrera por las elecciones de 2020.