Un reportaje de la periodista de La Nación, Michelle Campos, puso en perspectiva un mal que está carcomiendo a la sociedad costarricense: el abandono y la agresión de los menores de edad.
Las cifras son alarmantes. En Costa Rica, más del 50% de los bebés nacen sin un padre reconocido y, entre el 2012 y el 2022, se duplicó el número anual de demandas por pensiones alimentarias.
En ese periodo, el Poder Judicial tramitó más de 232.000 procesos de pensión, así como 63.000 denuncias por incumplimiento.
En este país, hay más menores de edad en custodia de terceros que personas en las cárceles (16.200 frente a 15.600).
El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) recibió el año pasado 137.000 denuncias por abandono, agresión y abuso de menores, una cifra equivale al 11% de la población de niños y adolescentes .
Entre el 2016 y el 2023, el PANI atendió más de 700.000 casos. Este número supera el total de denuncias recibidas por el Poder Judicial por asaltos, robos, hurtos, homicidios y tachas de vehículos en el mismo periodo (417.000).
La presidenta del Patronato, Kennly Garza, sostiene que esta es una situación extrema, “violatoria de derechos”, mientras que la socióloga Montserrat Sagot advirtió de que Costa Rica construyó una “tormenta perfecta” con el abandono de los menores.
Después de que el Registro Civil interviene con apoyo de la Ley de Paternidad Responsable, el porcentaje de bebés con padre reconocido sube a un 92%. Sin embargo, eso no quiere decir que los padres se hagan responsables, advirtió el director del Registro, Luis Antonio Bolaños.
Montserrat Sagot advirtió de que, en estas condiciones, existe una reproducción generacional de patrones que amerita la intervención estatal. Señaló que las masculinidades precarizadas, que no valoran el cuidado y el compañerismo, lanzan a las madres solteras y en pobreza a buscar cómo obtener ingresos para subsistir, lo que expone a los niños a abusos.
La presidenta del PANI agregó que, recientemente, estudió el perfil de un hombre femicida, en el que encontró un historial de agresión y abandono por parte de sus progenitores. Garza explicó que si los niños reciben castigo y violencia, pueden reproducirla en la adultez.
En medio de esta tormenta, el Patronato tuvo un recorte presupuestario que obligó a reducir los subsidios para financiar la custodia de niños. Esta semana, la Contraloría General aprobó un presupuesto extraordinario que permitirá al PANI restablecer el pago completo de subsidios a las familias cuidadoras. Sin embargo, aún así, el presupuesto solo permite apagar incendios debido al volumen de casos, según dijo la jerarca de la institución.
Lamentablemente, este drama no copa la agenda política.
Hasta la próxima. Le saluda Esteban Oviedo, editor de Política de La Nación. Les anoto abajo los enlaces de las noticias más importantes de la semana.