Las lecciones de Artes en la escuela son una puerta abierta a la creatividad, el diálogo, la comunicación con los otros, la lectura de lo subjetivo y una herramienta para impulsar el desarrollo emocional. Sin embargo, en Costa Rica, estas lecciones son un privilegio al que acceden solo tres de cada 10 escolares.El más reciente Informe del Estado de la Educación vuelve a insistir en que la mayoría de estudiantes costarricenses de primer y segundo ciclos de Primaria sigue sin recibir el currículo completo. “Solo un 8,4% de los 3.695 centros educativos públicos de Primaria ofrecen el currículo completo, lo que condena a la mayoría de las personas estudiantes a no contar con las bases sólidas que el Estado tiene la obligación de ofrecer”, señala el Informe.
Materias que históricamente algunos consideran accesorias y que son fundamentales para el desarrollo psico-social del individuo, como Artes y Educación Musical, siguen siendo privilegio para unos pocos y una deuda enorme con la niñez costarricense.
Los esfuerzos del Ministerio de Educación en este tema siguen siendo insuficientes y no alcanzan para cumplir con las metas trazadas en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, que dice que para el año 2022, el 33% de escuelas debe ofrecer el currículo completo en Primaria.
“Si se mantiene el ritmo de crecimiento promedio presentado en los últimos 4 años (15,9%) y la cantidad de escuelas registradas en 2020 (3.695), esta proporción (de cobertura) se alcanzaría hasta el 2030, mientras que la universalización del currículo completo bajo estas condiciones se conseguiría hasta el 2038”, anota el Informe.
La brecha también es muy marcada en la cantidad de lecciones que reciben quienes tienen la oportunidad de ingresar a una escuela pública con horario regular y aquellos que asisten a centros educativos de doble jornada.
“Si (el estudiante) asiste a un centro educativo de doble jornada, recibirá en promedio 60 lecciones menos que uno de un centro con horario regular, en un plazo de semanas”, advierte el informe.
El impacto
Recibir menos lecciones o privarse por completo de materias como Artes Plásticas o Educación Musical, “conlleva a una brecha de calidad a lo interno del mismo sistema público, y esto impacta en el éxito académico de los estudiantes”, dice el Informe.
Cuando la educación se combina con el arte y la cultura se abren nuevas ventanas de aprendizajes, que permiten a niñas y niños generar nuevos sentidos de pertenencia con sus centros educativos, explorar su entorno y fomentar la libre expresión a partir de su creatividad y de su imaginación.
Las Artes son herramientas que se pueden combinar con el fomento de la lectura y la escritura creativa y, a su vez, pueden convertirse en espacios para propiciar la sana convivencia, la empatía, el respeto por las diferencias.
Una educación artística, con sentido, pensada y ejecutada en función de las necesidades e intereses de niñas y niños conecta realidades, despierta emociones y permite construir sólidos puentes entre el aprendizaje y la creatividad. Cuanto más temprano lleguen a las aulas, mejor.
Una educación integral que se preocupe por el bienestar de sus estudiantes debe buscar la forma de incluir, sin excusas, las Artes dentro de sus estrategias pedagógicas: que niñas y niños sean capaces de expresarse libremente y de comparar proceso y productos artísticos locales y globales, que sean capaces de crear lo propio, sin que se considere esta materia menos importante que el resto o una pérdida de tiempo.
Cuénteme su opinión sobre este tema a mi correo barrantes.ceciliano@gmail.com