Un libro es capaz de transformar el día de un niño: es imaginación a flote, son palabras convertidas en juego, personajes que saltan desde la creatividad y una forma de aprender a conocer el entorno que nos rodea. Esa virtud de la literatura la vivieron, este 14 de mayo, dos grupos de estudiantes de primaria que viajaron desde isla Chira, en Puntarenas, hacia la Feria Internacional del Libro, en una travesía que despertó emociones e iluminó las miradas de niñas y niños que visitaban por primera vez San José.
Para los docentes que acompañaron a ambos grupos, los preparativos del día empezaron a la 1 a. m., en una travesía que duraría unas 18 horas, entre llegar a San José, disfrutar de la feria y regresar a casa. Una jornada extenuante pero provechosa que provocó alegría en los niños y unió a todos alrededor de libros, cuentos e historias que permanecerán intactas en su memoria.
“Fue toda una fiesta para ellos ver el tren, el estadio Nacional, ver los edificios y luego encontrarse con tantos libros. Verlos a ellos disfrutar no tiene precio. Hay cosas que pueden parecer muy comunes, pero que para ellos son toda una novedad y ahí, es donde uno como docente, se llena de satisfacción por todo el esfuerzo”, manifestó Giselle Fernández, directora de la escuela Montero y Palito.
Durante el recorrido por la Feria, niñas y niños de las escuelas Bocana y Montero y Palito repasaron las páginas de los libros, sus portadas y las ilustraciones, mientras el celular de la directora no paró de recibir los mensajes por WhatsApp, de los padres de familia que respondían alegres a las fotografías que les compartía la docente.
“La lectura es fundamental para el desarrollo de los estudiantes. Hay que motivarlos y me alegra verlos tan interesados en observar los libros. Una de las cosas que debe mejorar nuestro sistema educativo es que de la ciudad se vuelva la mirada hacia estos centros educativos. Hace falta cerrar brechas”, agregó la directora Fernández.
La visita de estos dos grupos de estudiantes de isla Chira forma parte de una de las estrategias del Ministerio de Cultura y Juventud en procurar que estudiantes que habitan en islas tengan acceso a este tipo de actividades, cuya sede es la capital. La isla Chira es la más grande del Pacífico costarricense y es el distrito número 13 de la provincia de Puntarenas. Su economía se basa principalmente en la pesca artesanal, la agricultura, el trabajo en las salinas y el turismo.
Al preguntarles a los niños, al azar, ¿qué los motiva a leer?”, sus respuestas fueron: “¡leo, porque quiero ser médico!, ¡yo quiero ser chef!, ¡para poder ser guardacostas!, ¡para aprender todos los días y ser feliz!”.
Ahí, es donde encuentra sentido la literatura: cuando grupos de niñas y niños, mediante los libros, sueñan juntos, imaginan, buscan en las letras la clave de la esperanza y se dibujan sonrisas que permanecerán intactas, cada vez que su memoria evoque esta travesía hacia la literatura, desde la isla Chira a San José.
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