Daniel Rodríguez y Nathalie Cuberon son de Sarchí, pero con el tiempo descubrieron que comparten algo más que eso.
Se conocían de vista y fue gracias a Liga Deportiva Alajuelense que se convirtieron en mejores amigos.
¿Qué les ha dado la Liga? “Una hermandad, yo a Nathalie la conocía de vista y de vez en cuando que nos veíamos nos saludábamos, empezamos a ir al estadio siempre juntos y la Liga me dio una hermana. Yo soy hijo único, pero la Liga me dio una hermana que no es de sangre, pero es mi hermana y así va a ser para el resto de la vida”, respondió Daniel.
Mientras que ella apuntó: “Yo siempre quise un hermano mayor, alguien que me defendiera, que me protegiera y encontré eso en Daniel y es algo que le agradezco a la Liga porque fue por la Liga que nosotros empezamos a viajar juntos, a relacionarnos más y somos una familia, Daniel y yo somos hermanos”.
El abogado afirmó que para él, Alajuelense “es un sentimiento que no se puede comparar con absolutamente nada”.
“Poder ir al estadio y estar con los amigos que a uno le ha dejado la Liga, todos los momentos que uno ha vivido en el estadio, buenos, malos, reír, llorar de alegría, llorar de tristeza, también es parte de amar a este equipo y yo solo le pido vida a Dios para seguir amando a la Liga 100 años más”, recalcó Rodríguez.
Y en eso coincide Nathalie: “La Liga es un sentimiento inexplicable, no encuentro palabras, es familia, es amor, es compartir, son alegrías, son tristezas, es llorar, es sufrir con el equipo, es enfermarse por la Liga, es muchísimas cosas, es parte del día, de lo que llevamos dentro y de lo que llevamos en el corazón”.
Hace algunas semanas, Alajuelense jugó un amistoso con Sarchí en el Estadio Eliécer Pérez Conejo y fue un partido que tanto Daniel como Nathalie disfrutaron bastante en su pueblo.
“Es diferente, porque uno está acostumbrado a ir al estadio semana tras semana, pero ver al equipo que uno siempre sigue, en el estadio, del pueblo donde uno siempre va, incluso yo he jugado ahí y es diferente. Un amigo me dijo que la última vez que la Liga vino a Sarchí fue en 1996, el equipo de Badú, han pasado 23 años y es algo diferente, citó Rodríguez.
Otra cosa que para ellos es un orgullo es ver que en la planilla de Alajuelense hay tres sarchiseños: José Miguel Cubero, Mauricio Vargas y Bernald Alfaro.
“Es muy gratificante, yo hablaba con José Miguel porque es familia y le decía que es un orgullo para mí, para mi familia y para todos los Cubero que él esté en un equipo como la Liga, en el equipo de nosotros, es un sentimiento de pertenencia y el hecho de que estén los sarchiseños es un orgullo, están representando al cantón”, agregó.
Tanto Daniel como Nathalie son de carácter fuerte y es el equipo centenario el que los hace compartir enojos o alegrías.
“Es toda esa montaña rusa de sentimientos que provoca la Liga durante el torneo, entonces cuando no podemos ir al estadio y perdemos o hay alguna situación la comentamos, por chat privado o en algunos grupos que tenemos en conjunto, pero se comparte, uno se puede desahogar y tenemos la misma reacción”, subrayó Rodríguez.
Mientras que ella reseñó: “Muchas veces hay un sentimiento de frustración y enojo, de que por qué no se nos dan las cosas, por qué no salen las cosas y por qué simplemente no pasan las cosas y creo que también nos hemos apoyado en eso, que yo lo calmo a él, Daniel me calma a mí, o nos calmamos los dos juntos, pero sí compartimos mucho el sentimiento, hemos llorado juntos por la Liga, es una montaña rusa de sentimientos y los hemos compartido siempre”.