¿Alguien más viejo que yo recordará mejor a Kareem Abdul-Jabbar? Yo nunca lo vi jugando baloncesto porque él no brilló en mi época, y también por el detalle de que no me gusta el basquet. Más bien lo recuerdo porque, en mi infancia ochentera, canal 4 programaba “películas de chinos”, de los setenta. Bruce Lee peleó contra la megaestrella de la NBA en el filme Juego con la muerte (1978). Metro setenta y uno contra dos metros dieciocho. La huella del pie descalzo de Abdul-Jabbar quedó estampada en el torso de Lee , sobre su traje amarillo y también sobre el hipocampo del niño de ocho años que fui.
Hace unas semanas, el nombre del jugador me volvió a dar una patada en la cabeza cuando encontré un comentario que publicó en el Huffington Post . Abdul-Jabbar no hablaba sobre basquet, más bien hacía un profundo análisis sobre la teleserie Girls , de HBO, en una columna sobre televisión digamos que parecida a esta, pero mejor hecha. En resumen, la exestrella de las canchas afirmaba que le gustó la serie, pero que la producción se quedaba corta si quería convertirse en “la voz de una generación”, una noción que había calado entre la crítica. Bien por el comentarista, conmigo se ganó un fan.
Sin embargo, su columna tuvo cola: cuando Abdul-Jabbar realmente se lució fue en un comentario posterior . Al parecer, algunos lectores criticaron el que un hombre de su edad, de 58 años, se atreviera a criticar una serie dedicada a veinteañeras. La respuesta del astro es extraordinaria, sobre todo porque dirigió su indignación hacia el humor, el mejor de los caminos:
“Por supuesto que estos críticos están en lo correcto. Cuando leo Moby Dick primero debo convencer al librero de que yo era un exballenero llamado Queequeg. Cuando leo la poesía de Sylvia Plath debo fingir que soy una deprimida mujer blanca con complejo de Edipo. No se preocupen, usé una cédula falsa”. (Sepan perdonar la mala traducción).
Además de otras ironías inteligentes, la exestrella expresa su indignación por la sorpresa que su comentario provocó en la gente. “¿No es sorprendente que un exatleta pueda tener opiniones sobre la cultura pop y las exprese con palabras y referencias a libros y películas?”
Entonces Kareen se presenta como un graduado de la UCLA, como un historiador aficionado con tres libros publicados, como lector de ficción y de no-ficción, c omo espectador y actor de cine y de tele, en fin, “como parte viva de la cultura popular”.
En pocas palabras, la exestrella defendió su derecho a salirse de las canchas, a ser apreciado en toda su pluralidad. El comentarista se declara fanático de la cultura pop, pero su comentario también lo revela como víctima de uno de sus vicios: la simplificación.
¿Qué tienen en común el exbasquetero Shaquille O'Neal y la actriz de The BigBang Theory Mayim Bialik? Ambos tienen títulos doctorales; al igual que Bill Cosby, el actor de The Hangover Ken Jeong, el guitarrista de Queen, Brian May, y la diseñadora de modas Miuccia Prada. El actor Vigo Mortensen es un poeta respetado en el circuito literario de Los Ángeles, la exactriz porno Asia Carrera tocó piano en el Carnegie Hall a los 14 años y es miembro de MENSA (el club de gente que marca en el dos por ciento más alto en los exámenes de coeficiente intelectual).
La cultura pop es apasionante, pero nos regala un espectáculo destilado, con sus personajes en dos dimensiones. Kareem Abdul-Jabbar, con ese nombre tan de poeta musulmán, sabe cómo encestar, sabe cómo medírsele a Bruce Lee, y también sabe cómo pensar con seso y con gracia. Cuando me sorprendo diciendo: “¿Quién lo hubiera dicho?”, es porque yo también caí en la trampa. 1