El prestigioso bailarín brasileño Bruno Cezario, quien ha trabajado con importantes agrupaciones como Ballet de L'Ópera en Lyon, y renombrados artistas como el coreógrafo Nacho Duato, está en nuestro país desarrollando una obra para la Compañía Nacional de Danza.
Se trata de
Este trabajo verá la luz en marzo del 2011, en un espectáculo en el que la agrupación también estrenará una coreografía de la costarricense Sandra Torijano.
Sobre su propuesta de trabajo y su experiencia con los ticos,
Vine a dar clases; en ellas he compartido con los bailarines varias técnicas que he aprendido con diferentes profesores. Además, trabajamos en la creación de un ballet que se presentará aquí el otro año. La idea de trabajar con ellos surgió el año pasado, cuando vine a presentarme con mi compañía (Danza Renato Vieira). En ese momento tuvimos una gran química.
La obra está inspirada en una gran isla de basura que se formó en el océano (Atlántico) por desechos de uso diario que lanzamos al mar y que han dañado a los animales y a los ecosistemas. Con esta obra no queremos levantar la bandera del reciclaje, lo que queremos es que la gente se informe de lo que está pasando, es crear una conciencia.
Cuando trabajo por primera vez con una compañía me gusta trabajar con todos los bailarines. Esta obra tiene solos y dúos que son para representar diferentes momentos de la obra, no porque me interesa que halla un solista como en la estructura clásica. Para hacer esta obra, los bailarines y yo recolectamos toda la basura plástica de nuestras casas, con ella haremos detalles como el vestuario y la escenografía.
Para mí las ganas de hacer las cosas es lo más importante de todo, y en este caso yo tenía muchas ganas de trabajar con ellos y el grupo conmigo, y como aún soy bailarín, los he tratado como me gustaría que me trataran a mí, es decir con respeto. Ellos tienen un nivel perfecto y mucha voluntad de trabajar.
Sí claro, he aprendido sobre su apertura y sobre la manera en la que ellos han estado abiertos a aprender mucho en poco tiempo.