Uno se queda maravillado ante esas fotos. Hipnotizado, sorprendido, conmovido. Es al cabo de un rato (incluso un rato muy largo) cuando uno empieza a digerir la emoción.
Son unas imágenes tan cercanas, que uno se queda viéndolas con la certeza de haberlas visto ya. De hecho, las ha visto, pero...
Me refiero a las fotos reunidas en el proyecto documental “Vanguardia Popular”, expuestas en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo hasta el 31 de marzo.
El trabajo está firmado por José Díaz y María Montero, y el hecho de que haya dos cabezas y cuatro manos en la autoría es muy elocuente: no estamos “solo” ante un clic bien logrado (que lo está, impecable) sino que, como dijo el fotógrafo Ansel Adams, “un fotógrafo no hace las fotografías con su cámara, sino con los libros que ha leído, las películas que ha visto, los viajes realizados, la música que ha escuchado y las personas que amó”, entre tantas otras cosas.
María Montero advierte en la presentación: “El problema de lo visible es una cuestión política”. Así que estamos ante un proyecto político, como ya ¿bromea? el título.
Después de ver las fotos queda trastocado el sentido de las palabras. Montero y Díaz convierten “vanguardia” y “popular” en una redundancia.
Escribir textos para acompañar semejantes fotos se diría una labor imposible, pero ahí en la exposición leerán –entre otros– un texto de Víctor Hurtado Oviedo, que ni redunda ni señala ni explica, sino que baila, en serio: es como si de las fotos saliera música de marimbas, y Hurtado le hubiera puesto la letra.
A veces pasa, muy raras veces, es cierto: un proyecto sale como tocado por la gracia, como que todo se unió por y para el bien. Esta es una de esas veces, y son muchos los implicados, los que de un modo u otro colaboraron, a juzgar por la lista de agradecimientos, más larga que los créditos de Apocalypse now.
Si no fue todo grácil y fácil, no se nota. Las fotos destilan una enorme complicidad con el mundo, punto. Con esta afirmación entramos al terreno de lo inefable.
Imagino que se entiende que estoy recomendando ir a ver la exposición. No estoy muy segura, yo no “recomiendo”. Yo solo sé que vi esas fotos y pensé: necesito que mis amigos vean esto.
Necesito que tengamos esto en común.