No en vano fue la primera opción para interpretar al Sr. Ávila pues, al igual que su personaje, Tony Dalton es de esos tipos cuyo físico y personalidad proyectan misterio y hasta cierta frialdad.
Sin embargo, durante su visita a Costa Rica, como parte de la promoción de la serie, el actor mexicano dejó en claro que, más allá de su facciones fuertes, está un hombre que disfruta del buen humor, de salir a surfear y de desconectarse, cuando puede, del mundo.
A lo largo de la entrevista que sostuvo con Teleguía , Dalton, que se inició en el mundo de la actuación hace 15 años, dejó entrever que es es un acérrimo crítico de su trabajo: confesó , entre tímidas risas, que no tiene televisor porque no le gusta verse en pantalla después de terminado el trabajo.
Ha dicho que el guion fue lo que lo conquistó, pero una vez que construyó el personaje, ¿qué fue lo que lo cautivó por completo?
Buena pregunta (suspira). Yo creo que su humanidad, porque lo que diferencia a Ávila de cualquier otra persona y lo que lo hace tan especial es que, por algún motivo, no tiene ese pequeño switch que le hace sentir culpa por matar a alguien. Esto es algo que no le afecta en lo más mínimo, además de que contrasta con su humanidad, que se ve reflejada por el amor que siente por su mujer y su hijo.
¿Es un hombre que mata por placer o hay algo más allá?
Es muy difícil de descifrar, pero el público verá cómo desde el primer capítulo y hasta el número 13, Ávila será muy diferente, porque lo empiezan a invadir estos aires de señor y se siente cómodo con matar tan fríamente.
¿Cómo llega a Sr. Ávila?
Dicen que la suerte es cuando la preparación y la oportunidad se juntan, y creo que esto sucedió con este proyecto. En cuestión de actuación estaba muy pilas, porque acaba de terminar Flor Salvaje , así que llegué muy seguro a los castin. Me siento muy afortunado de estar en un proyecto como este.
¿De qué forma se preparó para interpretar este personaje?
Traté de estudiar mucho la psicología de los asesinos en serie. Uno de los documentales que vi fue A Tale of Life , de Werner Herzog, y me sirvió de mucho. A partir de allí, soy un malvado entrañable, de esos que responden al público que está cansado del bueno y el malo clásicos.
Usted participó en la serie Los simuladores, del canal Sony. Al igual que el Sr. Ávila, era un hombre que se negaba a mostrar emociones. ¿Por qué inclinarse por estos personajes?
(Ríe) Creo que, de primera entrada, es por el porte que tengo y por eso me dan ese tipo de papeles. Trato de que sean diferentes siempre. Estos dos papeles fueron muy distintos, porque el de Simuladores era de una forma y Sr. Ávila tiene de todo, donde realmente ves su lado humano. En la novela Flor salvaje era algo muy distinto. La verdad es que nunca me hablan para ser el payaso, pero es algo que me encantaría hacer (ríe).
¿Qué siente al saber que será visto en miles de hogares de Latinoamérica?
La verdad es que trato de no pensar en eso y es algo que solo disfruto en el momento en el que estoy trabajando en ese proyecto. Para mí, no es sano estar pensando de esas cosas porque olvidas quién eres. Cuando no estoy trabajando soy una de esas personas que se va de vacaciones y me desapego . No tendría vida al ponerme a pensar que todos los domingos miles de personas me están viendo.