Desde el fracasado golpe de Estado, el 15 de julio, el Gobierno de Turquía tomó una serie de medidas que podrían alejarla de su anhelo por ser parte de Europa: una gigantesca purga en el Ejército y en diferentes instituciones, una amenaza de rehabilitar la pena de muerte, un acercamiento a Rusia e Irán y un incremento de la lucha contra los kurdos. Zidane Zeraoui, de origen sirio y experto del Colegio de Monterrey, en México, analiza estos hechos.
El presidente (Recep Tayyip) Erdogan acusa al clérigo Fetullah Gulen (exiliado en Estados Unidos desde 1999) del intento de golpe. ¿Qué cree usted?
El Ejército turco es un ejército laico, que viene de toda la tradición kemalista (del fundador Kemal Ataturk), antirreligiosa, secular. El Ejército no aceptó, durante mucho tiempo, un gobierno islamista. Yo diría que la tentativa de golpe de Estado fue la respuesta de un sector muy debilitado del Ejército para retomar fuerza política en el país.
¿Y Fetullah Gulen?
Erdogan está usando la figura de Gulen como principal instigador. Yo no creo que Gulen esté detrás, en primer lugar porque es un personaje islamista, no es laico y fue socio inicial de Erdogan porque ambos comparten la visión del regreso al islam. Por otra parte, Gulen es un hombre íntegro.
¿Le conviene a Turquía un gobierno islamista?
No me puedo pronunciar sobre eso. No sé si conviene o no al país, lo que sí sé es que el pueblo votó por Erdogan y tenemos que respetar esa voluntad. Si la mayoría se adhiere a ese proyecto, la minoría debe respetarlo.
¿Cambia ese intento de golpe la posición de Turquía en el escenario internacional?
No necesariamente. Es la guerra en Oriente Medio, la crisis de Siria, la expansión kurda y el Estado Islámico lo que ha cambiado la posición de Erdogan. La extensión del poder de los kurdos en Siria (que hoy controlan prácticamente la zona fronteriza entre Siria y Turquía y parte de Irak) ha generado un serio temor en Turquía de que nazca un Estado kurdo independiente que luego vaya a reclamar la parte turca del Kurdistán. Esto siempre fue un temor en Turquía, aun desde la época de Ataturk, que fue el primero que negó su existencia llamándolos los “turcos de la montaña. Cualquier Estado kurdo se hará a expensas de Turquía.
¿Significaría una reconfiguración de Oriente Medio?
Ya está. El Estado Islámico ha cambiado las reglas del juego en muchos sentidos y con una complejidad extraordinaria.
”Ahora, hay hoy dos ejes: uno proiraní que abarca obviamente Irán, Irak, el Gobierno sirio y el Hezbolá libanés. Un eje que corta el Oriente Medio en dos. El segundo, un eje sunita con dos cabezas: Arabia Saudí y Turquía.
”Las alianzas tradicionales de Oriente Medio han cambiado de manera muy compleja. Turquía, miembro de la OTAN y aliado de Estados Unidos, entró al conflicto contra EI muy tardíamente, en el 2015, pero su objetivo de lucha son los kurdos, cuando los kurdos reciben el apoyo de Estados Unidos para combatir al EI. Tenemos aquí un aliado que ataca al aliado de EE. UU.
”Por otro lado, tenemos a una Arabia Saudí tradicional aliada de Washington, que respaldó al EI en sus inicios, que ayuda a los grupos más radicales de Oriente Medio, como el Frente al-Nusra, que se acaba de separar de al-Qaeda. Entonces, tenemos un grupo pro al-Qaeda apoyado por Arabia Saudí, país que combate indirectamente al Gobierno iraquí, que cuenta con el respaldo de EE. UU. Irán, el viejo enemigo de Washington, está del lado norteamericano, apoyando al Gobierno de Irak, combatiendo al EI, pero se opone a EE. UU. en Siria, apoyando al Gobierno sirio”.
¿El apoyo kurdo a Occidente contra el EI tendrá un precio?
Obviamente, los kurdos van a querer un Estado independiente, y si se da esto, tendríamos la nueva guerra de Oriente Medio, porque Turquía jamás lo va a permitir. Turquía está dispuesta a invadir Irak; lo ha dicho desde que Estados Unidos respaldó la creación de un Kurdistán autónomo en 1991: ‘Cuidado, no queremos ningún estado kurdo independiente’.
”Por otra parte, la presencia de Rusia en el conflicto ha respaldado al Gobierno sirio de manera extraordinaria, prácticamente lo ha salvado, y probablemente el futuro va a seguir siendo Bashar al-Asad en el poder en Siria, un gobierno chiita en Irak con respaldo de Estados Unidos”.
Europa ha advertido a Ankara de que reanudar la pena de muerte alejaría a Turquía de Europa. Después de 10 años de lucha por entrar a la UE, ¿cree usted que el país se atreverá a dar ese paso?
Desde que Erdogan asumió el poder, está claro que cada vez es mayor la decepción por integrar la Unión Europea. Erdogan ha comprendido que el sueño de Turquía, aunque no el suyo (Turquía fue el primer país en pedir su ingreso a la Comunidad Europea) no se va a realizar. Esto inspira toda la política de Erdogan.
”Desde que asumió el poder, empezó a mirar hacia Irán, Arabia Saudita, revisó su relación estratégica con Israel. Antes de Erdogan, Turquía no existía en Oriente Medio, estaba totalmente volteada hacia la Unión Europea. Erdogan ha entendido que el futuro de Turquía no es Europa, sino el Oriente Medio. Aunque la integración a Europa sigue en el papel, cada día es más claro que no sucederá, sobre todo ahora, con el crecimiento de la extrema derecha en Europa”.
¿Por qué Europa ha sido tan reticente para aceptar a Turquía como miembro?
Lo que sucede es claro: Turquía no puede ser miembro de la UE por razones objetivas: es más de Oriente Medio que de Europa y su ingreso a la UE significaría introducir los problemas de Oriente Medio en el corazón europeo.
”En segundo lugar, hay un gran temor en Europa por el crecimiento de la población musulmana; 90 millones de musulmanes (población turca) estarían entrando y extendiéndose, y el proyecto de Europa como cultura judeocristiana desaparecería.
”Los turcos no pueden entrar en una construcción que los excluye históricamente porque eran parte del Imperio otomano, que combatió históricamente al Imperio romano. No entran en la lógica de identidad europea”.
¿Es Erdogan un socio confiable para Europa?
Turquía siempre fue y sigue siendo un socio económico fundamental para Europa. Lo comparo con México. México es una necesidad económica para Estados Unidos, a pesar del rechazo que hay hacia el país. Turquía es la maquiladora de Europa, como lo es México de EE. UU.