Los Chiles y Pocosol. La muerte de, al menos, 28 cabezas de ganado en fincas situadas en territorio de este cantón, fronterizo con Nicaragua, es apenas parte de la secuela que deja la sequía en la región.
El retraso en la llegada de las lluvias causa que los pastos hayan desaparecido de las fincas, mientras los productores no estaban preparados para atender la alimentación de los animales.
Por eso, ahora corren para llevar a sus fincas pacas de pasto, de heno y subproductos de piña, naranja y otros, para atender la emergencia en la zona.
Nueve de las muertes de animales atribuidas a la escasez de agua se dieron en Los Lirios, 13 en El Cachito, una en Punta Cortés y otra en Isla Chica, todos de Los Chiles.
Además, otras cuatro reses perecieron en San Alejo de Pocosol, del cantón de San Carlos, según un recorrido realizado por la zona.
Pasará. Erick Quirós, director superior de Operaciones Regionales, del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), reconoció que se está dando una situación complicada, pero aseguró que es transitoria y está focalizada en la zona norte del país. El resto de regiones, dijo, están normales.
Los datos del Instituto Meteorológico Nacional (IMN) establecen que las regiones Huetar Norte y Huetar Atlántica serán las últimas en entrar al patrón de lluvias, explicó Quirós al analizar información recibida de esa entidad.
El IMN espera, según Quirós, que las lluvias se hayan establecido a final de mes en esas dos regiones. Por eso, la región debería aguantar otras dos semanas con esta situación, advirtió el funcionario.
Explicó que, generalmente, estos problemas de escasez de alimento para el ganado afectan a la Región Chorotega (Guanacaste), pero los productores de esa zona están preparados porque es una situación que se repite mucho.
En la zona norte, agregó Quirós, se presenta menos veces y, por eso, los ganaderos casi no se preparan para una eventual emergencia.
Mientras la situación se normaliza, recomendó usar “charrales”, áreas de forraje y cercas vivas para alimentos a los animales.
En apuros. En la finca de Adolfo Salazar, en El Cachito, el trabajador Marvin Duarte afirmó que, en las últimas cuatro semanas, se murieron 12 animales. La finca está cerca del río Medio Queso, pero su cauce está prácticamente seco.
Uno de los problemas es que los animales buscan sitios del río donde quedan residuos de agua, pero, al bajar, se quedan pegados y, por su debilidad, mueren en menos de 48 horas, detalló Duarte.
Minor Delgado, en Montenegro de Los Chiles, informó de que no se les ha muerto ninguna res, pero síhan tenido que sacarlas remolcadas, con mecates y maquinaria pesada, de donde están pegadas.