El presidente de México, Enrique Peña Nieto, y los mandatarios de Centroamérica celebran este miércoles, en Costa Rica, una cumbre que tiene en primer plano la atención de la violencia del crimen organizado y el reforzamiento de la relación económica y comercial.
En su primer viaje desde que tomó el poder en diciembre, Peña Nieto asiste a la reunión del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), con la notable ausencia del presidente de El Salvador, Mauricio Funes, y del mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega, que mantiene una tensa relación con el gobierno de Costa Rica.
El primer ministro beliceño, Said Musa, recién incorporado al SICA, tampoco participó.
El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, decidió no participar en la cumbre de mandatarios de Centroamérica y México debido a “compromisos” de su agenda nacional, informó este martes a la AFP una fuente oficial.
"El presidente atiende en forma personal compromisos de la agenda doméstica y no podrá viajar. Él es representado por el canciller Hugo Martínez, declaró el secretario de comunicaciones de la presidencia, David Rivas.
La cita es en el hotel Real Intercontinental. El Presidente de México Enrique Peña Niego afirmó aeyer que buscará con sus colegas de Centroamérica “fortalecer los vínculos de amistad, la relación comercial y promover la integración mesoamericana”.
La presidenta de la República, Laura Chinchilla, ejerce la presidencia del SICA desde enero pasado. No pudo tener a todos los mandatarios de la región en la primera cumbre que realiza.
Por México y Centroamérica, según informes de Washington, pasa un 90% de la cocaína que es enviada de Suramérica a Estados Unidos -máximo consumidor de esa droga en el mundo- lo que hace necesaria la máxima coordinación entre los países centroamericanos y México, destacó el canciller costarricense Enrique Castillo.
En diferentes foros internacionales, más recientemente en el de Davos y en la cumbre latinoamericana (Celac) en Santiago, el presidente guatemalteco Otto Pérez ha insistido en la necesidad de promover un cambio de estrategia en la lucha contra las drogas, al considerar que la represiva, impulsada por Washington en las últimas cuatro décadas, fracasó: la región pone los muertos y el negocio sigue floreciendo.
Enrique Peña Nieto ha prometido un cambio de estrategia a través de una mejor coordinación y un mayor trabajo de inteligencia, pero decidió mantener a las Fuerzas Armadas en el combate antidrogas, y, sin opinar sobre una despenalización -propuesta por Pérez- dice estar a favor de un debate hemisférico sobre la efectividad de la actual orientación.
Según el canciller Castillo, también se discute el sensible tema del tráfico de personas, pues unos 140.000 centroamericanos, según datos oficiales, ingresan cada año a México ilegalmente con la esperanza de cruzar a Estados Unidos en pos del "sueño americano", y en el camino muchos son víctimas de robos, secuestros, violaciones, extorsiones y asesinatos por parte del crimen organizado.
Pero el gobierno de Costa Rica está empeñado en que la agenda de la relación entre México y Centroamérica no sea absorbida por los asuntos de seguridad, afirmó el martes la presidenta Laura Chinchilla.
Sobre la mesa de diálogo estarán los temas de comercio y cooperación en áreas de transporte, energía y ambiente, que se enmarcarían en un Acuerdo de Asociación entre México y Centroamérica.
México, un mercado de 115 millones de habitantes, y Centroamérica, de unos 45 millones, firmaron un TLC que unificó los que tenía ese país con Costa Rica desde 1995, Nicaragua desde 1998 y el grupo CA-3 (Honduras, El Salvador y Guatemala) desde 2001.
"Estamos en un momento propicio para potenciar las fortalezas y bondades que la región tiene", destacó en San José el mandatario mexicano.
El comercio entre México y Centroamérica alcanza los cerca de 8.200 millones de dólares, cifra que quintuplicó su valor en la última década, según datos de Secretaría de Economía mexicana.