País desperdicia su potencial de exportar bienes orgánicos

Desde las tradicionales frutas tropicales, como banano y piña, pasando por las bebidas y hasta productos de cuidado personal, tienen un gran potencial de venta en el mercado internacional de productos orgánicos.

Además, Costa Rica posee una gran oportunidad de incursionar en ese segmento. Así lo determinó el estudio que realizó la analista económica de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer), Karina López Porras.

La funcionaria contactó con compradores, productores y exportadores de diversos países que se reunieron en la feria BioFach.

Ese es el evento más importante de productos orgánicos a nivel mundial, y se llevó a cabo en febrero del 2011, en la ciudad alemana de Núremberg. Ahí se presentó la oferta de 2.544 expositores provenientes de 86 países.

López resaltó que la demanda mundial de bienes orgánicos creció desde los $25.000 millones, en el 2003, hasta los $55.000 millones en el 2009, según datos de la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM, por sus siglas en inglés).

Aún en el 2009, el año de mayor impacto de la crisis, y cuando todo el comercio mundial cayó, el de orgánicos subió. Pasó de $50.900 millones en el 2008, a $55.000 millones, un año más tarde.

Elizabeth Ramírez, jefa de Vigilancia y Control de Plagas del Servicio Fitosanitario del Estado, y encargada del Programa Nacional de Agricultura Orgánica, reconoció que hay un gran potencial, pero dijo que Costa Rica debería concentrarse en algunos productos.

Sectores. López encontró que la demanda de bienes orgánicos incluye más que los comestibles frescos. Ahora se piden desde repelentes de insectos hasta papel higiénico y los de belleza, como cosméticos.

La analista clasificó el rubro de bienes de origen agrícola, donde están frutas, vegetales, papas, tubérculos, azúcar, café.

Además, el rubro de los alimentos procesados, que se destina a segmentos gastronómicos o para vegetarianos, por ejemplo.

También está el de hierbas, especias y condimentos; el de la línea de conveniencia, que son alimentos listos para consumir como sopas, presentaciones para bebés y conservas de frutas, entre otros.

Toma auge el segmento de panadería y confitería, donde se distinguen los acompañamientos para el pan como jaleas y patés.

El tradicional de bebidas con café, cacao, licores (no solo vino, sino ron y otros); el de pecuarios y pesca (pollo, leche) y el de los que no son alimentos (repelente de insectos).

También hay demanda de textiles (seda y algodón orgánicos), de cuidado personal (papel higiénico, toallas, crema de afeitar), de detergentes y limpiadores y de juguetes y artesanía étnica.

Una de las grandes ventajas de Costa Rica es que está dentro de los pocos países a los que la Unión Europea (27 países) les reconoce sus certificaciones propias.

Las tendencias que impulsan la demanda de estos productos son la alimentación saludable, el control del sobrepeso, la armonía con el ambiente y la conciencia ecológica, así como la conservación de la belleza.

El área de especias y las hierbas naturales puede ser de gran provecho para Costa Rica, dijo Ramírez, que se unirían al concentrado de naranja, puré de banano, piña, azúcar y otros bienes orgánicos que ya vende el país.