Las páginas en Internet del Gobierno, organizaciones autónomas y municipalidades de nuestro país ofrecen muy pocas posibilidad para que los usuarios puedan interactuar y realizar trámites complejos.
En una escala de 1 a 100, las páginas en Internet del Gobierno obtuvieron una nota promedio de 48, según una investigación de la escuela de negocios del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae) presentado ayer.
Según explicó Juan Carlos Barahona, coordinador del estudio, esta baja calificación se debe en buena parte a que la mayoría de sitios web siguen siendo “folletones” donde se cuelga información y no sitios donde las personas puedan interactuar.
Según el estudio, el 92% de las 135 páginas evaluadas carecen de esa interacción, que incluye desde personalización hasta el realizar trámites complejos.
“Lograr esa interacción es muy difícil porque se requiere cambiar los sistemas a lo interno de las organizaciones para dar el servicio y en nuestro país ni siquiera existe una plataforma de interoperabilidad (que permita la comunicación entre los sistemas)”, comentó Barahona a La Nación.
La secretaria técnica de Gobierno Digital, Alicia Avendaño, ha señalado en ocasiones anteriores que la búsqueda de esa interoperabilidad entre sistemas será uno de los objetivos más importantes de esta oficina durante la administración Chinchilla.
De manera general, cerca de dos terceras partes de los sitios analizados obtuvieron una calificación aceptable (entre 40 y 59 puntos) y tan solo 22% cuenta con una calificación de más de 60, que se considera muy buena o excelente.
Los tres parámetros principales analizados fueron calidad de la interacción, calidad de la información y calidad del medio.
Además, la página del Instituto Nacional de Seguros está en el segundo lugar con 80,94 y la web de la Universidad Nacional en el tercero, con una nota de 80,36.
En el extremo opuesto se colocaron la Municipalidad de Tibás , con un 27,83; el Patronato Nacional de Ciegos , con 26,97; y el Ministerio de Trabajo, con 16,94.
Algunas páginas web, como las del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo y las municipalidades de Alajuelita y Upala ni siquiera estuvieron accesibles para ser analizadas.