Aunque hay dos maneras (terrestre o acuática) de llegar al Pacuare Lodge, cualquiera de ellas necesitará, literalmente, sed de aventura.
Este complejo turístico, que está ubicado a orillas del río Pacuare, se ha consolidado en 23 años como un oasis en plena jungla, donde quien lo visita desacelera su ritmo y disfruta de la maravillosa vida silvestre y paisajes que lo rodean.
Solo el hecho de encontrar este lugar, ubicado en la localidad de Bajos del Tigre (Siquirres), es una aventura en sí mismo. Si quiere ir por el río deberá recorrer cuatro kilómetros en balsa desde Santa Marta.
Si prefiere ir por tierra, le esperan siete kilómetros de camino rural –solo para vehículos 4x4–, luego un canopy para cruzar el Pacuare y, finalmente, un recorrido de 500 metros que bordea la orilla del río y llegan a la entrada del proyecto.
Una vez dentro del lugar no hay espacio para la imaginación. El Pacuare Lodge comprende 298 hectáreas, de las cuales solo se ha destinado un 5% para la construcción del resort.
“La idea ha sido mantener un proyecto sostenible, que integra a las comunidades con fuentes de trabajo, promociona la cultura y respeta el ambiente”, comentó Wilman Solano, gerente de operaciones.
Pacuare Lodge incluye 19 habitaciones (con dormitorio, baño privado, zonas de descanso) con diferentes vistas, ya sea a los jardines, la jungla o el río. Cinco de ellas (una Honeymoon suite y cuatro Linda vista suites) cuentan con terrazas y piscinas efecto infinito.
Además, hay una edificación principal de dos pisos con restaurante, cocina, cava de vinos, bar y áreas de relajación. Solo falta remodelar las oficinas administrativas y el spa.
La creación del proyecto se originó en la mente de Roberto Fernández –antiguo guía de rafting– y un socio.
Para estar en el Pacuare Lodge se debe olvidar el teléfono, Internet y la electricidad (aunque sí se cuentan con estos servicios). “La idea es que los huéspedes descansen, convivan y creen conciencia de la necesidad de cuidar el entorno que lo rodea”, dijo.
Si bien muchas personas llegan por una noche (alternando la entrada y salida por río o tierra), la idea es que usted se dé la oportunidad de disfrutar sus atracciones.
Aparte del rafting, el Pacuare Lodge ofrece rappel (seis cataratas, siendo la más lata de 30 metros), canopy (con 14 plataformas y 10 cables), cabalgata al pueblo de Bajos del Tigre (tour rural), caminatas por un bosque primario y un tour a una reserva indígena cabécar ubicada a cinco kilómetros del lugar. Para realizar esta última aventura deberá invertir al menos cinco horas.
Los amantes de la vegetación y la fauna podrán hacer caminatas para observar aves y otros animales silvestres del área.
Quienes quieran relajarse luego de realizar alguna de estas actividades, se puede hacer un masaje sueco o un tratamiento facial.
La mayoría de los 30 empleados del resort son originarios de la zona. Cabe destacar que en el Pacuare Lodge se implementan una serie de programas para la utilización de los recursos como el agua, la electricidad y el uso de los desechos sólidos.
Como lo comentó Solano, el proyecto no está en vías de expandir su capacidad. Por eso, la ocupación máxima del resort es de 48 personas.
Con respecto al clima, de los meses de enero a abril está establecida la época seca, al igual que setiembre y octubre. Pero, la influencia de El Caribe varía en un abrir y cerrar de ojos.
No obstante, le garantizamos que la humedad, el sol o la lluvia solo añadirán más aventura a su estadía en este original proyecto.